El deporte no está lejano a las celebraciones del Día Internacional de la Mujer, que mañana será el tema principal de muchos foros y análisis profundos.

Hace unos días, el criminal Larry Nassar fue sentenciado con varias penas, que pueden alcanzar los 440 años de prisión, por acoso y abuso sexual de tantas y tantas gimnastas que iban a entrenar con la ilusión de trascender en el deporte que les apasiona. Pero este infeliz no es el único que está en la historia del deporte. Hay muchos otros y en la mayoría de los casos son libres, por miedo a denunciarlos y que haya represalias contra las atletas.

No nada más es el terrible acoso que viven las mujeres en muchos casos, sino también la desigualdad exorbitante en el deporte profesional.Mañana, en las páginas de EL UNIVERSAL Deportes tendremos un amplio reportaje, en donde se muestran las grandes diferencias entre los premios y apoyos económicos para unos y otros. Pese a ganar los mismos torneos, nunca será lo mismo lo que perciben Serena Williams y Rafael Nadal, como tampoco lo fue lo que ganaron Lorena Ochoa y Tiger Woods. Y así podemos citar muchos más casos de la elite del deporte, porque —injustamente— no hay paridad.

La equidad de género es inexistente en el deporte. Desgraciadamente, continúan siendo pobres los argumentos y pretextos para no pagar igual a varones y mujeres.

Es increíble que declaraciones como las de José Luis Higuera, al término de la final femenil, no se hayan cuestionado por los grupos que buscan la equidad de género. De dientes para fuera y en sus cuentas de Twitter son muy valientes, pero cuando tienen a los personajes frente a ellos, esos que dicen que a las mujeres “no se les premia, porque su premio es que se sientan queridas y alabadas”. Los medios debemos contribuir para que acabe este tipo de desigualdad. Si bien, es entendible que el futbol femenil en México va en crecimiento y sería imposible pagar los mismos salarios que a las grandes figuras de la Liga MX, también resulta insólito e irresponsable que se burlen de las mujeres.

Así van muchos, presumiendo que apoyan, que hacen algo por las deportistas, cuando la realidad es distinta. En México, las más grandes estrellas de nuestra historia deportiva han sido mujeres: Ana Guevara, Lorena Ochoa, Paola Longoria, María del Rosario Espinoza, Paola Espinosa, Soraya Jiménez, entre muchas otras. Han sido quienes han dado la cara por el deporte nacional y desafortunadamente los grandes reflectores están, por la popularidad que conllevan, sobre equipos perdedores a nivel mundial y con desiguladad en todos los sentidos en premios y salarios.

Que el Día Internacional de la Mujer no sea como el de la Madre, el del Padre o el del Abuelo, que sólo nos acordemos y no busquemos una verdadera equidad de género durante todo el año.

@gvlo2008

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