La falta de los grandes en esta Liguilla, sin duda le pega a las grandes audiencias. Pero es una realidad que hablar de Cruz Azul, Chivas y Pumas ya es constantemente para ridiculizar y exponer los problemas directivos y las crisis agudas de mediocridad que viven.

Entienden que sus inversiones no están a la par de Tigres, América y Monterrey, pero también evaden responsabilidades, mismas que Santos, Pachuca y León no han evadido en estos tiempos, porque son proyectos que han ganado títulos recientemente.

Esta Liguilla tiene factores muy peculiares, pero que demuestran constancia en los casos de los equipos del norte y el Ame; es decir, los cuartos de final Santos contra Monterrey y Tigres vs America son finales que se han repetido en los torneos cortos.

La gran duda será para Morelia, Necaxa y Querétaro, que entran como sorpresas y en sus proyecciones no está el salir campeón. Será una Fiesta Grande como las últimas, tratando de frenar las ideas del Piojo Herrera y lo conservador del Tuca.

El futbol mexicano dejó de ser centralista y desde hace mucho tiempo es un balompié plural, con muchas sorpresas y proyectos breves exitosos, pero con la claridad en cinco equipos desde varios años: América, Tigres, Monterrey —los tres también en la rama femenil—, además de Santos y León.

¡Bienvenidos, bienvenidos! A la Liguilla que dejó de ser de pueblo, gracias al crecimiento de varios equipos y la decadencia de los grandes.

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