Un equipo que se ha convertido en un vendedor de futbolistas constante. En un año, se ha desprendido de Diego Lainez, Agustín Marchesín, Mateus Uribe, Edson Álvarez, Cecilio Domínguez, Jérémy Ménez, Oribe Peralta, Guido Rodríguez. Sumemos a Carlos Vargas, quien emigró a Monarcas, y al intrascendente Leonel López, quien se fue a Pumas. En esta lista debemos agregar a Roger Martínez, de inminente salida a la MLS, y a las bajas por lesión, que por cierto han sido muchas. Además de que perderá a varios futbolistas por los Preolímpicos en Concacaf y Conmebol.

No se han desesperado, han traído futbolistas para suplir bajas, aunque no han sido suficientes. Los fichajes de Guillermo Ochoa, Richard Sánchez y Federico Viñas han funcionado. Resultados inmediatos que siguen poniendo al América en la alta competencia. De algunos, solamente destellos, como Giovani dos Santos y Nicolás Benedetti, y unos más de rotundo fracaso: Nicolás Castillo.

Han cambiado su política de fichajes de la época con Ricardo Peláez y Yon de Luisa, donde parecía que el requisito era contratar jugadores consolidados. Ahora, compran jóvenes para que, en caso de triunfar, sigan siendo un vendedor constante al futbol europeo. Es el caso del uruguayo Sebastián Cáceres, defensor central con solamente 20 años de edad, quien se convierte en refuerzo de uno de los equipos más poderosos del continente. El segundo caso: el argentino Leonardo Suárez, quien nació en las inferiores de Boca Juniors, pero realmente se formó en el Villarreal y llega al América con 23 años de edad.

El riesgo es que son sólo apuestas. Nadie puede garantizar su funcionamiento y cubrir tantas bajas sin experiencia y calidad probada puede convertirse en una bomba de tiempo. Trasciende que buscan a otro uruguayo, compañero de Cáceres en el Liverpool de Uruguay, otro joven de 20 años: Nicolás Acevedo. También Robert Piris, campeón de América con el Flamengo y un mediocampista de contención de alta categoría, quien sí puede ser el sustituto de Guido Rodríguez, lugar en el campo donde estarán escasos de liderazgo y calidad, ya que Richard Sánchez no podrá solo y a Fernando Oso González le ha quedado grande la camiseta.

Lo inentendible es seguir cruzando futbolistas de Xolos al América, como fue con Luis Fuentes. Eso tira cualquier política de fichajes, porque —a diferencia de los jóvenes que llegan— traen a un veterano que ya ni jugaba en Tijuana, que salió de Pumas y tiene 33 años. No es necesario un lateral izquierdo para jugar en el primer equipo, deben existir varios en sus fuerzas básicas, así que es ilógico y sólo parece seguir haciendo favores a Xolos.

A Jesús Alonso Escoboza es entendible que lo contraten, porque tuvo una buena temporada en Gallos Blancos y antes un muy buen paso por Santos. Además, tiene 26 años de edad, todavía con fuelle para varios años.

Lesiones, ventas, bajas, la historia reciente del América, y aún así debe ser considerado como el gran favorito para ganar el Clausura 2020; todo resultado distinto será sumar un nuevo fracaso.

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