Es repugnante y hasta cobarde que en medio de una crisis deportiva intenten culpar a los medios de comunicación como los responsables, así, generalizando, como si fuera correcto hacerlo. El caso de Chivas, sus cinco partidos sin ganar, la espiral que viven, nada, absolutamente nada tiene que ver con los medios. Es simple afirmar que a Uriel Antuna lo “inflaron” los medios, que lo están presionando demasiado y por eso no rinde en el campo. Patrañas.

Chivas tiene una estupenda prensa, sobre todo la dirección deportiva, a quien le siguen justificado su proyecto, sus caras contrataciones, que hasta ahora no han servido para maldita la cosa. Por eso voltear a los medios y señalarlos es de muy poca clase, pierden categoría. Antuna, como Christian Calderón y Jesús Angulo, son sólo parte de un proyecto que injustamente los señala como si fueran los únicos responsables. No, no es así. Este equipo confió e invirtió grandes cantidades de dinero para el futuro, no para resolver sus deficiencias actuales.

Los refuerzos no puden solos, deben sumar y entender desde la oficina del presidente que se armó mal el equipo, que no supieron reaccionar a tiempo cuando Víctor Guzmán, su mejor contratación invernal, se conoció que salió positivo por doping. Para no pagar a Pachuca fueron efectivos y puntuales, para encontrar a un talento similar, tardos y perezosos, incluso no hicieron nada, absolutamente nada para encontrar el reemplazo del llamado Pocho, algo que sí era necesario hacerlo.

Así que los culpables de esta crisis son todos, desde el dueño hasta el utilero, pasando por la dirección deportiva, la dirección técnica y por supuesto, los futbolistas. Pero a estos últimos alguien fue el encargado de contratarlos, así como al entrenador, por eso el proyecto es total, sin responsabilidades únicas, siempre deben repartirse, principlamente cuando hay fracasos, porque en los éxitos queda claro quién es el primero en presumirlos.

Un dato alarmante publicado ayer por Ricardo Salazar en su cuenta de Twitter debe abrirle los ojos a todos en la institución rojiblanca. De los últimos 74 torneos, Chivas solo ha ganado cuatro títulos publica el estupendo y veraz periodista estadístico de TUDN. Es decir, la efectiva es nula con Peláez, con Vergara, con Boy, con Almeyda, con Cardozo, con Palencia, con Puente, con Benaiges, con De la Torre... Con todos los que han pasado por ahí en las últimas décadas. Es un problema de fondo que no han podido, no han sabido resolver.

Luis Fernando Tena, tal vez insostenible, pero en este momento, ¿A quién contratan para reemplazarlo cuando ya fueron contratados los entrenadores entrevistados por Peláez? Guillermo Vázquez en un papel ganador y de alto liderazgo en San Luis y Diego Alonso como el responsable del banquillo del Inter Miami. Es decir, a los que quería se le fueron rápido, cotizados y por lo menos en el caso de Memo, ganador y sólido en cualquier banquillo.

¿Por qué no cambiaron al entrenador cuando llegó el director deportivo? Lo mismo pasó cuando Caixinha recibió a Peláez en Cruz Azul, al tiempo, ambos están fuera.

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