Previo a la reunión entre el presidente Andrés Manuel López Obrador con Joe Biden, los empresarios que lo acompañarían en la mesa de negociación con la iniciativa privada de Estados Unidos se intercambiaron mensajes que presagiaron la desangelada reunión. 

“Equipo, buenos días. Desde ayer detonaron las preocupaciones por el rumor de las consultas de la USTR (TMEC)”, lanzó uno de los empresarios. 

“Vamos a esperar cómo vienen las consultas. Y de ahí reaccionamos. Creo que lo más importante es tratar de hacer equipo con Economía y Cancillería para tratar de evitar el panel, tenemos 70 días. En caso de que suceda como pensamos”, señaló otro. 

Uno más dijo que la vicepresidenta Kamala Harris le comentó al presidente López Obrador que la alta funcionaria del gobierno estadounidense plantearía que es un asunto delicado que tendría como límite 75 días para resolver las consultas sobre los posibles paneles de controversias. 

“Hay que tener un posicionamiento conciliador. Me parece que sólo hay que notificar cuál es el proceso y los muchos pasos que faltan. Es un proceso largo y cuyo desenlace es poco pronosticable aún. Hay que reiterar la convicción que tenemos en los beneficios del TMEC y la integración regional, por lo que fomentamos el diálogo entre partes para alcanzar los compromisos y objetivos del acuerdo”, dijo otro de los empresarios.

El presidente del CCE, Francisco Cervantes, cercano al gobierno, dijo que justamente esa es la postura que se ha estado preparando desde antes de la gira. “Como sector privado la idea es mantenerse en la institucionalidad del Tratado”, apuntó.

Sin embargo, otro de los hombres de negocios señaló que el acompañamiento al gobierno será retador. “Combinar el dilema entre convencer al gobierno (de EU) y flexibilizar sus posturas, así como convencer a la contraparte de que a pesar de todo en realidad sí cuentan con áreas de oportunidad”. 

El contexto de los conflictos eran tres: 

1) Las reformas aprobadas a la Ley Eléctrica en 2021 con su contundente aval en la Corte.
2) Las decisiones acumuladas de los reguladores con resultados muy evidentes, y 
3) Los múltiples litigios judiciales en curso.   

Otro de los empresarios pidió al representante de los empresarios mexicanos del CCE: “Solo la IP con tu coordinación podrá combinar los dilemas para construir precedentes y criterios que eviten el panel (de controversias)”. 

Los empresarios mexicanos conocieron de avanzada los desacuerdos de las empresas y del gobierno de Estados Unidos con respecto al sector energético, pero prefirieron guardar silencio ante lo inminente: el llamado a la revisión del TMEC por los cambios de políticas en el sector energético. 

Cuando el presidente López Obrador aseguró que la posición de EU para revisar los acuerdos del TMEC y someter a posibles paneles de controversias las decisiones gubernamentales, los empresarios se sorprendieron cuando el Ejecutivo les echó la culpa: “Es más que nada de México más que los estadunidenses o canadienses sobre nuestra política energética”, dijo. 

Las posturas del gobierno mexicano con respecto a los empresarios son una muestra de que la relación AMLO-IP sigue trastabillando.