El nepotismo es una palabra que debería estar grabada con letras doradas junto al logotipo de Pemex. Ninguna administración se salva de haber incrustado en posiciones clave de la petrolera a familiares, desde los tiempos de bonanza con Vicente Fox y Felipe Calderón, pasando por el de mayor corrupción, con Enrique Peña Nieto, hasta llegar al de Andrés Manuel López Obrador.

A pesar de que con el gobierno de la autodenominada 4T se veía una esperanza para modificar el estado de las cosas, el escenario se mantiene sin modificación, o quizá peor, si se toma en cuenta la cercanía y confianza de los funcionarios con el Presidente.

En administraciones pasadas se recuerdan los casos de Aarón Elizondo, hijo de Rodolfo Elizondo —secretario de Turismo de Vicente Fox—, como alto funcionario de PMI Comercio Internacional, y de Jacobo Mesta, hijo de Jesús Mesta —subsecretario de la Función Pública durante el mismo sexenio—, como trader de esta misma subsidiaria encargada de comercializar petrolíferos.

Con sede principal en Houston, Texas, y salarios superiores a 300 mil pesos mensuales, PMI tuvo también como encargado del negocio de Crude Oil de 2011 a 2014 a Gabriel Heller Green, hijo de la exsecretaria de Relaciones Exteriores, Rosario Green, y senadora por el Partido Revolucionario Institucional de 2006 a 2012, durante la Presidencia de Felipe Calderón.

Y cómo olvidar el arribo a la dirección de PMI, en los primeros meses de 2018, de Ignacio Arroyo Kuribreña, primo de José Antonio Meade Kuribreña, quien buscaba elevar considerablemente su base salarial para obtener una pensión de jubilación onerosa.

En lo que respecta a la 4T, relatamos hace unos días el ejemplo de Carmelina Esquer Camacho, presidenta de la filial Pemex Procurement International (PPI), encargada de realizar las compras de productos de importación de la petrolera a cambio de un salario superior a 20 mil dólares mensuales. Es la hija del secretario particular de AMLO, Alejandro Esquer.

Otro miembro de la familia, la esposa de Esquer Verdugo, se benefició también de esta constante gubernamental y fue nombrada en febrero de 2019 gerente de Capacitación, Desempeño y Compensaciones del Corporativo Petróleos Mexicanos; en este caso, con un sueldo bruto de 149 mil 657 pesos mensuales, según los números del sistema Nómina Transparente de la Administración Pública Federal.

Se trata de Alejandra Camacho González, un perfil con experiencia en materia de docencia y doctorado en Liderazgo y Dirección de Instituciones de Educación Superior por la Universidad Anáhuac del Norte, pero también con nulo currículum en la administración pública, sobre todo dentro de la industria petrolera.

Es responsable de la capacitación de los trabajadores de la empresa y, más importante aún, de la implementación de programas de productividad a través de bonos y compensaciones. Sin embargo, el único programa que se le conoce entre los petroleros es el de la promoción de un recorte general de 25% a los salarios, esto cuando el Presidente pidió a los funcionarios aportar ‘voluntariamente’ una parte de sus ingresos al presupuesto de la Nación.

Aún con su puesto gerencial en Pemex, Camacho González mantiene su plaza como profesora en el Colegio de Bachilleres, una posición que le reporta un ingreso mensual de 2 mil 306 pesos, es decir un salario que mejoró considerablemente cuando su esposo se convirtió en la sombra del presidente López Obrador, y cuando instalados en el gobierno decidieron que el nepotismo seguiría siendo parte del status quo.

Caso Radiópolis: ¿cambio de litigantes?

En el pleito legal que libran la triada Carlos Cabal-Miguel Alemán-Alejandro del Valle con los socios de Prisa (Roberto Alcántara, Carlos Fernández, Ana Botín y quienes controlan administrativamente el grupo de medios español) por el control de Radiópolis, al parecer se alista un relevo en los estrategas jurídicos.

Se trata del penalista Luis Cervantes, representante de los Cabal y Alemán, quien al parecer delegó el cabildeo y la presión a nivel de juzgados y salas en las que se revisa el asunto, a los litigantes David Cohen y Jesús Hernández Alcocer.

¿Será que está por soltar el caso?

@MarioMal

mario.maldonado.padilla@gmail.com

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