Tan sólo ocho votos en el Senado han marcado la diferencia en la relación Ejecutivo-Legislativo en la era de la Cuarta Transformación, que por primera vez en dos décadas es cómoda para un Presidente.

En la Cámara Alta, la oposición, como bloque de contención, puso freno en el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador a reformas y decisiones que consideraron como riesgo a la democracia, inconstitucionales y violatorias de derechos humanos.

Líderes de dicho bloque asumen como fortalecido su esfuerzo parlamentario y político.

La oposición senatorial suma 51 votos de 128, por lo que por sólo ocho escaños el bloque opositor se alza como contrapeso a los hasta 77 de la mayoría de Morena, PVEM, PT y PES.

Con esta vinculación, las bancadas del PAN, PRI, MC y PRD han actuado como filtro de proyectos, como la Guardia Nacional y la revocación de mandato, que de haber pasado sin cambios, dicen, habrían dañado al país y exacerbado aún más el poder del Ejecutivo en este primer año, que es clave en su proyecto de gobierno.

Morena y sus aliados tienen mayoría absoluta, como en los tiempos clásicos del PRI, en la Cámara de Diputados, mientras que en el Senado su aplanadora alcanza para legislar a su gusto y aprobar decisiones de mayoría simple.

A la vista del 1 de diciembre, los liderazgos senatoriales señalan que el contrapeso del bloque favorece a la democracia.

Mauricio Kuri González (PAN), Vanessa Rubio Márquez (PRI), Dante Delgado Rannauro (MC) y Miguel Ángel Mancera (PRD) señalan que oponer posturas un año con la fuerza mayoritaria en nada ha erosionado al bloque, el cual, dicen, se ha fortalecido.

Ricardo Monreal (Morena) afirma que las bancadas antagónicas “han hecho su trabajo. No se esperaba menos de que reaccionaran contra algunas reformas del Presidente. [La oposición senatorial], en términos generales, ha actuado con racionalidad, buen juicio, serenidad, a pesar de los incidentes en la elección de la presidenta de la CNDH”, comenta.

Kuri González afirma: “Somos el único contrapeso que hay para cualquier ocurrencia constitucional; somos la última frontera y ha dado resultados. Somos un bloque que va sobre las causas, no sobre temas partidarios. Hemos sido muy derechos”.

Delgado Rannauro indica que “Movimiento Ciudadano ha alentado la construcción de un bloque de contención que esté a favor del país y en contra de determinaciones que son respaldadas de manera acrítica y hasta sumisa. Eso no es lo que quiere el pueblo”.

Por su parte, Mancera Espinosa comenta que “el bloque ha sido un referente crítico de lo que se considera que no está ajustado exactamente al mandato constitucional. El bloque está firme y compacto, actuante en el ejercicio del próximo periodo legislativo”.

En ese sentido, Rubio Márquez manifiesta que “no necesariamente se es un bloque de contención. Somos partidos de oposición y muchas veces tenemos coincidencias [con la mayoría]”.

Forman contrapeso, por primera vez, desde los años noventa. Son indispensables en la democracia para debatir y construir mejores instituciones, mejores políticas para que el país avance.

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