Lo complicado que resultará una alianza opositora para los comicios del 2021 —más allá de las BOAS conspiratorias que imaginan en Palacio Nacional— será vencer los egos, protagonismos, intereses y desavenencias entre los maltrechos partidos de oposición en México. Y una primera ocurrió ayer cuando el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, reveló por primera vez públicamente que sí “hay diálogo y negociaciones con las dirigencias de MC y PRD para formar un bloque opositor” que enfrente a Morena en las elecciones parlamentarias y de gubernaturas. Y no terminaba de decirlo el panista, cuando el coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, salía a desmentirlo: “No es el momento de hacer cálculos políticos…no creemos, al día de hoy, que la alternativa para 2021 sea hacer bloques políticos”.

La realidad es que sí ha habido contactos y pláticas para conformar una alianza de oposición en 100 distritos estratégicos en los que se le puede ganar a Morena y arrebatarle la mayoría simple en la Cámara de Diputados. Han participado dirigentes del PAN, de MC, del PRD y en algunos casos hasta del PRI. El tema, según un dirigente partidista que ha asistido a algunas pláticas, es que MC, por la posición de Enrique Alfaro y Dante Delgado, “está muy sobrado y no quiere hacer alianza porque dicen que solos pueden ganar”; mientras que en el mismo PAN hay división de opiniones entre grupos que están a favor y otros en contra de una alianza, igual que ocurre en el PRI donde su dirigente nacional, Alejandro Moreno, está por hacer alianzas, pero no así otros grupos.

Ese sería un error fatal de los opositores: si no hay una alianza de todos los partidos, o al menos de PAN-MC-PRD, no podrán derrotar al morenismo y a López Obrador; si se juntan, en cambio, hasta por simple matemática se vuelven altamente competitivos y una amenaza real para el control del partido gobernante no sólo en San Lázaro sino en las 15 gubernaturas que estarán en disputa en 2021. Según los sondeos más recientes, Morena sigue encabezando las intenciones del voto para 2021, aunque bajó de 36% en octubre de 2019 a 19% en mayo de este año, casi el doble del PAN con 10%, PRI 8%, MC 6% y PRD 3%, con un amplio número de indecisos que aún no definen su voto y con la incertidumbre aún de cómo impactará al partido oficial el tema del coronavirus y las afectaciones en la salud, la economía y el manejo del gobierno en esta crisis.

Pero la clave del 2021 no está tanto en las votaciones para diputados federales que, aunque es de lo que todos hablan porque lo que se juega es la mayoría parlamentaria que diseñe y apruebe el presupuesto federal, en realidad esta elección se va a definir más por lo que pase en los votos por las gubernaturas. Por primera vez en la historia política del país, gracias a las reformas constitucionales para empatar elecciones, los comicios federales intermedios coinciden con la renovación de 15 gubernaturas, 30 Congresos locales y casi 2 mil ayuntamientos. Eso le da características sui generis e inéditas a este proceso y hace que las votaciones locales vayan a tener un impacto decisivo en la definición de la Cámara de Diputados.

Es ahí donde el bloque puede resultar estratégico: los partidos opositores podrían ganar, unidos, hasta 12 de 15 gubernaturas, lo que les daría una posibilidad importante en la elección de los diputados federales porque las elecciones locales impactan la territorialidad de las elecciones. Si la oposición va separada, el escenario cambia y es muy probable que Morena gane la mayoría de gubernaturas con 8, 10 o hasta 12 triunfos. Es decir que es una realidad que si el BOA del que hablaron en Palacio realmente se junta, automáticamente sería competitivo y eso lo saben muy bien en la Presidencia, de ahí la necesidad de anticipar y estigmatizar a una coalición opositora como algo negativo o conspiratorio en contra del presidente López Obrador, que así genera un enemigo visible para atizar y exaltar a su base política y clientelar a una guerra ideológica y de clases.

Porque el Presidente y Morena saben bien que tendrán un desgaste y pagarán un costo inevitable por la crisis económica tan grave que viene con el coronavirus. Históricamente todos los gobiernos pagan ese costo por crisis, como el PRI en 1997 cuando perdió 61 diputados tras la crisis del 95; o el PAN que perdió 63 escaños en 2009 tras la crisis de 2008. La única duda ahora para Morena y López Obrador es de qué tamaño será la factura que les cobre el electorado en 2021 y ahí, según un análisis reciente de Integralia, de Luis Carlos Ugalde, pesarán factores como “la popularidad del presidente, el desempeño de los gobernadores y alcaldes, los conflictos internos de Morena y la fragmentación de la oposición”.

Lo que sí es un hecho es que es muy poco probable que Morena pueda ganar las dos terceras partes para tener la mayoría calificada que ahora tiene y tampoco la oposición puede aspirar a eso; en realidad se disputan solo la mayoría simple o relativa —la mitad más uno— y por eso es que el gobierno de la 4T está adelantando todas sus reformas importantes y ya las aprobó casi todas para no dejar pendientes que ya no pueda sacar en la segunda parte del sexenio. Pero eso sí, la mayoría simple es clave para la aprobación del presupuesto, lo que a su vez se convierte en el codiciado cáliz que le daría continuidad y consolidación al proyecto de López Obrador o, en su defecto, le daría a la oposición una mayoría con la que pueden frenarlo, revertir algunas reformas legales y reglamentarias, y moldear en general la segunda parte del sexenio.

En ese sentido, el resultado de los comicios del próximo año y en particular el de las gubernaturas resulta fundamental, no sólo para lo que ocurra en 2021 sino para la prospectiva y los escenarios del 2024 y en cómo lleguen a la sucesión presidencial tanto Morena y López Obrador como la oposición.

Así que todo depende de si los dirigentes y las cúpulas de la oposición y de si dejan de lado su soberbia e intereses particulares. Si MC no acepta ir a alianza ni con el BOA, podría ser quien rompa el bloque y le haría un favor a Morena y a López Obrador. Alfaro y Dante podrían aspirar solos a 5 o 10 puntos en la mayoría de los estados, salvo en Nuevo León, pero no aspirarían a más en el resto de las entidades donde tienen presencia testimonial. Lo que está en juego en los próximos meses y en la votación del 2021 es la supervivencia, tanto para la 4T y López Obrador como para los debilitados opositores que juntos tienen posibilidad, pero separados seguirán siendo débiles.


NOTAS INDISCRETAS…

Toda una ficha ha resultado ser el empresario Alejandro del Valle y ex operador montielista que hoy trabaja para la 4T dando “servicios de consultoría” tanto a Gabriel García Hernández, en la Coordinación de Programas federales, como en los millonarios proyectos de ampliación del Banco del Bienestar que dirige el morelense Rabrindanath Salazar. Resulta que su gran mérito —y el único dicen los que lo conocen bien— es ser tabasqueño al igual que el banquero Carlos Cabal Peniche, otro salinista y responsable del Fobaproa que ahora es contratista del gobierno de López Obrador.

En el caso de Del Valle Vega nos cuentan que el mismo software y tecnología con el que hacía ganar elecciones al PRI de Arturo Montiel, a partir de los beneficiarios de programas sociales, también se lo ofreció en su momento a Manuel Espino cuando fue dirigente del PAN y a candidatos del sistema tanto priistas como panistas. Pero además su historia está marcada por demandas de quienes fueron sus socios y a los que traicionó, acusaciones legales y hasta inhabilitación como provedor del gobierno por haber incumplido varios contratos importantes. Por ejemplo cuando fue contratista del gobierno de Felipe Calderón ganó un concurso de pasaportes en la SRE y al final incumplió por lo que fue inhabilitado; también intentó entrar al Infonavit pero le negaron participar en licitaciones por incumplido, mientras que en el ISSSTE con Benjamín González Roaro tuvo en su momento contratos millonarios por un sistema de citas médicas por el que le pagaron cientos de millones de pesos en el calderonismo. Todavía el año pasado un juez federal dictó seis meses de prisión a dos funcionarios del ISSSTE que otorgaron un contrato por 7 mil 634 millones de pesos a la empresa Telmark Contac Line para un sistema de llamadas y citas médicas vía internet, el call center de Alejandro del Valle en el 2011 y de cuyos servicios no hubo ni contrato ni comprobables, por lo que se le consideró como parte del esquema de la “Estafa Maestra”.

En Houston, Texas, para donde dice representar la Intercontinental Chamber of Comerce, tuvo demandas y problemas legales y aquí le embargaron, por incumplimiento de pagos y demandas, un edificio de su propiedad de 5 pisos de los que sólo le regresaron dos. Pero después de toda esa historia negra su fortuna cambió con la 4T y a partir de contratos para realizar encuestas telefónicas en el Infonavit y algo en Relaciones Exteriores, se volvió un empresario favorecido por el gobierno lopezobradorista, al grado que hoy se le ve muy cerca del principal operador político y electoral de López Obrador que es Gabriel Hernández y, de la mano de su paisano Cabal Peniche, apoyando el proyecto del Banco del Bienestar y sus más de 2,700 sucursales nuevas en todo el país para su otro paisano, el presidente de la República.

Le ha ido tan bien al exoperador montielista Alejandro del Valle en esta administración, que apenas hace unas semanas se compró una mansión en Cráter 525 en Jardines del Pedregal, en una subasta del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado (INDEP). La “casita” perteneció a Amado Carrillo “El señor de los Cielos” y hoy, por 49 millones de pesos que pagó, es de Del Valle Vega y de su hijo. Así los “nuevos” empresarios y contratistas de la 4T que son los mismos del PRI-AN pero reciclados…Mujeres fundamentales en el diseño de respuestas institucionales para contar con garantías en materia de género participaron en el Foro Digital “Garantía del derecho a la información en materia de género y su trascendencia en tiempos de Covid 19”, en el que reconfirmaron lo que algunos han querido acallar o negar: que la pandemia develó la grave situación de vulnerabilidad de la mujer frente a la violencia doméstica.

La comisionada el INAI, Blanca Lilia Ibarra, organizadora de este evento, señaló que ya se habla de “otra pandemia o la pandemia en la sombra”, en referencia a la violencia que sufren las mujeres en sus hogares. Mónica Fernández Balboa, Presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, señaló que la pandemia ha recrudecido la violencia de género e hizo hincapié en la importancia de que las mujeres aprendan a ejercer el derecho de acceso a la información para hacer valer otros derechos. La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel Mossa, consideró clave que las instituciones divulguen información en sus sitios de internet para que las mujeres puedan tener ayuda no solo en temas de salud, sino también en apoyo a su integridad física y psicológica…Agitamos los dados. Tocó Escalera.

sgarciasoto@hotmail.com

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