“El exiliado mira hacia el pasado, lamiéndose las heridas; el inmigrante mira hacia el futuro, dispuesto a aprovechar oportunidades”
Isabel Allende.



El saldo de estropicios que nos entregará el presidente López Obrador para 2024 es francamente dantesco.

Si a nuestro presidente no le tienta el gusanito que ya embelesa a Zaldívar en la Corte y decide, como ha prometido, no alargar su periodo, el o la presidente 2024-2030 tendrá un gran trabajo por delante, destruir es muy fácil, reconstruir no.

López Obrador carga demasiados tabúes y demasiados rencores, algunos pueden ser muy legítimos, sí, pero por desgracia esos molinos de viento que él llama conservadores o mafia o fifís o “los de antes” francamente no existen ya.

Más bien, el presidente almacena odios contra un gran enemigo al que no podrá vencer jamás: la realidad.

Formado en las utopías de las fracasadas revoluciones de izquierda latinoamericanas, el presidente ignora o decide ignorar al mundo de hoy y sus complejidades, se encuentra arrebujado en un pasado que nunca existió y al que quiere regresar la nación.

Quizá uno de los ejemplos más caricaturescos lo encontramos en su última propuesta sobre el programa Sembrando Vida que presentará el jueves al presidente Biden.

Textual, dice en un video grabado desde su finca, entre caobas, con guayabera y huarache: “Bueno, podríamos hacer un acuerdo, decir a ver: te apoyamos para que siembres tu parcela, café, cacao, te apoyamos tres años, pero a los tres años ya que tengas tu cultivo tienes derecho en automático a una visa de trabajo por seis meses a estados Unidos, vas seis meses y regresas a tu pueblo, y luego de tres años de tener una visa de trabajo, con buen comportamiento, ya tienes derecho a solicitar tu nacionalidad estadounidense.”

¿Entonces, la meta sería exportar migrantes que en algunos años igual dejarían abandonada su parcela por la nacionalidad gringa?, ¿usar el aliciente de que tarde o temprano obtendrás esa “nacionalidad” como premio a tu fidelidad a programas de la 4T?, ¿el presidente quiere revivir el programa Bracero en condiciones totalmente adversas a las que existieron a mitad del siglo pasado?

Cosa curiosa, pero alguien debería decirle a López Obrador que uno de los más grandes debates en la Unión Americana hoy día radica, justamente, en los pocos pases para refugiados que Biden ofrecerá este 2021, de apenas de unos 15 mil, ¿cuántas “nacionalidades” pensará López Obrador que el Tío Sam está dispuesto a regalar?

Esta es una ocurrencia, una sola que pinta la caricatura de nuestro gobierno, así todo, un gobierno de ocurrencias, un gobierno de fracasos que, al final, no pagará porque para eso siempre se puede endosar factura al pueblo bueno y sabio.

DE COLOFÓN

El resultado electoral se antoja como un gran fracaso para las políticas de ocurrencias que brotan de Palacio, la consecuencia es muy peligrosa: un presidente radical que terminará radicalizándose. 


@LuisCardenasMX

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