A partir de marzo de este año, los bancos que operan en México deberán aplicar al menos un control biométrico para reducir el robo de identidad en sus clientes.

De acuerdo con las disposiciones de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en marzo termina la prórroga otorgada a las instituciones financieras para la instalación de esta tecnología, la cual se esperaba desde 2018 pero debido al proceso electoral de ese año, se dio más tiempo a los bancos para cumplir con el requisito.

Así, los bancos deberán instalar en sus sucursales lectores de huellas dactilares que capturen los datos de al menos seis dedos de sus clientes, los cuales serán cotejados con la base de datos del Instituto Nacional Electoral para garantizar la identidad del cliente que quiera solicitar un crédito.

Hoy EL UNIVERSAL publica en su primera plana que el gobierno de la 4T va por un software para sistematizar los datos biométricos de todos los mexicanos, como huellas digitales, rostro e iris.

La CNBV ha estimado que la aplicación de controles biométricos representaría ahorros por 235 millones 200 mil pesos al disminuir delitos como el robo de identidad.

Sin embargo, con datos al primer semestre de 2019 de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), se registraron un total de 45 mil 539 quejas por posible robo de identidad en operaciones bancarias, con un total reclamado por los clientes afectados por 627 millones 645 mil pesos.

De dicha cantidad, los bancos devolvieron a los usuarios que reclamaron un total de 221 millones 982 mil pesos.

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