Veintidós años sin título de Liga; mejor dicho, un título en los pasados 39 años, y siguen peleándose como si con declaraciones, golpes bajos, con sólo la ambición de poder, fueran a salir de sus múltiples problemas deportivos.

En la Federación Mexicana de Futbol se pitorrearán de los disidentes de Guillermo Álvarez y Víctor Garcés. Acudirán hoy, según se adelantó en un comunicado, en el que se afirma que irán a “exigir a los directivos del futbol mexicano que se respete la voluntad mayoritaria de los socios de la Cooperativa Cruz Azul. Fuera Garcés de nuestro equipo de futbol y fuera Billy de nuestra cooperativa”.

La gran pregunta es, si efectivamente existieron cambios en la estructura directiva de la Cooperativa y son nuevos los dirigentes, por qué no mandar una carta a la Federación Mexicana de Futbol anunciando sus cambios corporativos y listo, no tratar de litigar en los medios y mucho menos exponer más mentiras en una institución que se ha basado precisamente en la deslealtad y golpes bajos.

Cruz Azul volverá a fracasar en lo deportivo y su economía del fracaso seguirá estable. Entre menos se gane, más contrataciones y más dinero gastado. Parecen cómodos así y, si existen grupos disidentes, es por el mismo descontrol que tiene la empresa. Víctor Garcés presume en su oficina el Certificado de Afiliación ante la Federación Mexicana de Futbol, un bello marco y un cuadro que adorna su elegante lugar de trabajo.

Emitido en 2003 y firmado por José Alberto de la Torre Bouvet, quien fungía como presidente de la Federación Mexicana de Futbol. El certificado está a nombre de Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul A.C.; es decir, si existieran cambios en la dirección de la empresa, también podrían darse en el equipo de futbol, pero lo conducente es informar por los medios correspondientes y no manifestándose en la Femexfut. El Club Deportivo y Social no sólo se encarga del futbol es el responsable legal de todas las áreas sociales del Cruz Azul, desde hospitales hasta escuelas, centros de consumo y todo lo que no tenga que ver con el cemento.

Es decir, un asunto privado de oposición es válido y entendible. Si son tantos años sin título de Liga, los socios cooperativistas están en su legítimo derecho de hacer cambios en la directriz; incluso, tendrían razón, pero no de esa forma, no a las puertas de la FMF reclamando como si este ente fuera el responsable de los pésimos manejos deportivos del equipo.

La grilla, el empoderamiento, el seguir gastando recursos en futbolistas intrascendentes, más grilla y más sed de poder. Es la historia del Cruz Azul, de un pobre Cruz Azul que aparece más en los medios de comunicación por los escándalos que por los éxitos deportivos, esos que alguna vez tuvo, de los que forjó una grandeza que se desvanece cada vez con mayor fuerza cuando se ven este tipo de actos, llenos de codicia.
Podrán tener la razón los disidentes, pero los tribunales no están en la Femexfut, ellos sólo organizan —para bien o para mal— al deporte federado, no a las estructuras empresariales, directivas, de los equipos afiliados.

 

@gvlo2008

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