Después de ver lo que sucede entre el delantero Jérémy Ménez y Miguel Herrera, está clarísimo que el francés tiene las horas contadas en el conjunto de Coapa.

Son muchos los meses en los que se le ha estado esperando y me parece increíble que después de todo esto, su actitud sea tan mala cuando se le ha pedido que se entregue al 100 por ciento en los entrenamientos y ni siquiera eso pueda hacer por el equipo que le paga.

En ninguna institución, y mucho menos en el América, está permitido esto y más cuando no has aportado nada al club desde tu llegada, ya sea por lesiones o por bajas de juego, como en esta ocasión. Lo que ha sucedido con este jugador es una llamada de atención importante.

Ojalá se vaya y que en su lugar podamos ver a una verdadera figura que quiera venir a sumar y a entregarse como cualquier refuerzo tendría que hacerlo, porque se le trajo con muchísimas expectativas, ya que la calidad de este futbolista es evidente, pero recordemos que se necesita mucho más que eso para poder brillar.

Se viene la Liguilla y es el momento en el que el europeo tendría que aportar más a esta escuadra, para poder ayudar a su equipo a meterse a la fase final, ya que desde que llegó a este país, sólo ha participado en 18 partidos.

Pero no todos son problemas en el cuadro que dirige Herrera, que necesita vencer a Santos para no complicarse su situación en la tabla de cara a la clasificación, ya que este sábado podrá contar con Nicolás Castillo en su once inicial y de a poco recupera a los lesionados de cara al cierre, en el que sí o sí necesita ganar, para depender de sí mismo en sus aspiraciones por clasificar.

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