“No hagan cosas buenas que parecen malas”, refrán que se aplica perfecto a la Comisión de Arbitraje. Ante la incapacidad arbitral que se vive en la Liga MX, donde nadie en el interior acepta que hay crisis (Al contrario, salen públicamente a declarar que el VAR de México es el mejor del mundo), alguien debe tomar la batuta y encontrar soluciones.

El primer gran paso sería abrirse, dejar que el público escuche las conversaciones entre el árbitro central y el VAR; eso dejaría más claro por qué se marcan tantas jugadas erróneas.

Solamente el fin de semana, hubiera sido bueno conocer qué le dijo Ricardo Arellano Nieves (VAR) a Fernando Guerrero (Central) en el San Luis vs. Chivas, donde se marcaron dos jugadas erróneamente como penalti, pese a que el juez central fue a revisar al monitor. Es decir, se puede hasta inventar faltas. Por eso es importante saber qué se dicen, porque alguien falló grotescamente en esas marcaciones.

O saber qué le dijo el árbitro VARArturo Cruz Hurtado, a Adonai Escobedo en el América vs. Juárez, cuando los fronterizos anotan un gol en clarísimo fuera de juego; pese a ser revisado, vuelven a inventar y juzgar erróneamente. ¿Qué se dicen?, ¿Quién marca las faltas, los fuera de lugar, las expulsiones, los penaltis?, ¿El VAR o el central?, ¿Por qué inventan cosas? ¿A qué le temen?, ¿Por qué no hay transparencia?, ¿Qué ocultan? En Paraguay ya se dieron a conocer audios entre un árbitro VAR y un central, experimento maravilloso para poder entender por qué se marca una cosa u otra..

En el futbol mexicano se abusa del VAR, ya no se sabe quién es la máxima autoridad en el campo, le han restado al central lo que debería ser su principal función: ser un juez autónomo, que —claro— puede equivocarse y por eso nació el VAR, pero no para que le estén dictando la tarea desde una cabina.

Seguir defendiendo lo indefendible sólo demuestra que, desde la Comisión de Arbitraje, no saben reconocer los errores y la profunda crisis que atraviesan. Se montan en el escenario del político mentiroso que —conociendo el engaño— lo avala públicamente, como si se tratara de defender el trabajo, el puesto o, incluso, ganar votos como si fuera una campaña para un cargo de elección popular.

No, los equipos lo que requieren son arbitrajes de calidad, con capacidad de entender que los centrales son los jueces y no dejarse maniatar por el VAR. El futbol es el único deporte donde los jueces no son tratados de la misma manera que todos los demás personajes que forman parte de la estructura.

Jugadores, entrenadores, directivos, son evidenciados cuando cometen errores y los castigan públicamente. A los árbitros, no. Sólo debemos imaginar que, cuando no aparece durante cinco partidos un central como César Ramos, seguro le suspendieron, pero nadie lo aceptará.

Así como deben ser públicas las conversaciones VAR, también los castigos a los silbantes. ¿Qué tiene de malo?, ¿No son del mismo deporte? Amiguismo, ocultar la realidad y no reconocer la incapacidad, han sido conceptos que definen a la perfección al actual arbitraje mexicano.

@gvlo2008

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