Octavio Romero Oropeza es uno de esos funcionarios a los que no se les dan los reflectores: no le gustan los medios ni tampoco estar en el ojo público. Por eso no se le ve con frecuencia en la TV, la radio o la prensa ofreciendo entrevistas; tampoco suele viajar a las reuniones anuales y convenciones de petroleros ni se reúne con inversionistas. El ingeniero agrónomo que dirige los destinos de Pemex, el principal activo del país, se siente mejor despachando desde el piso 44 de la torre ejecutiva de la empresa, en Marina Nacional, o visitando, a ras de tierra, las instalaciones de la empresa en la República Mexicana; así como le gusta a su paisano, el presidente Andrés Manuel López Obrador. 

Romero Oropeza fue citado a comparecer a la Cámara de Diputados este lunes para dar cuenta de los resultados de su administración en lo que va del sexenio. Durante cinco horas, el director general de Pemex trató de atajar las preguntas de los diputados, quienes al igual que los inversionistas y las agencias calificadoras, mostraron su preocupación por el perfil financiero de la empresa, su plan de negocios y las altas expectativas que tiene de aumentar en tiempo récord la producción petrolera.

Hacia el final de la comparecencia, el tabasqueño se sinceró: “No manejo bien el tema financiero, espero no haberlos enredado de más”.

No obstante, el exoficial mayor de Andrés Manuel López Obrador presumió que en lo que va del gobierno se han realizado operaciones de refinanciamiento por aproximadamente 28 mil millones de dólares, “de manera que las preocupaciones que traían las calificadoras tendrán que estar disipadas”, dijo.

Y luego criticó a la prensa. “A veces se leen otras cosas en los medios de comunicación, en los columnistas financieros, pareciera que la situación está muy mal, cuando en realidad se ha ido avanzado, sin echar las campanas al vuelo. Este es el Plan de Negocios de Pemex, se basa en el desarrollo de nuevos campos, por lo menos 20 por año, no son ocurrencias”, expuso Romero Oropeza, muy al estilo del Presidente.

Efectivamente, en los 11 meses que lleva la nueva administración, Pemex ha realizado cuatro acciones en los mercados internacionales para mejorar su perfil financiero. Se refinanciaron líneas bancarias por 8 mil millones de dólares; se prepagó deuda por un total de 5 mil millones de dólares con vencimientos entre 2021 y 2023; se emitieron tres nuevos bonos por 7 mil 500 millones de pesos, a siete, 10 y 30 años, y se intercambió deuda por 7 mil 623 millones de dólares con vencimientos cercanos, por otros más largos.

Todo esto, sin embargo, no estuvo a cargo de Octavio Romero y al parecer tampoco de su director financiero, Alberto Velázquez García, quien a finales de 2018 y principios de 2019 aseguró ante inversionistas de Nueva York que Pemex no saldría a los mercados y que se refinanciaría únicamente con sus líneas de crédito bancarias.

Velázquez García –otro funcionario alejado por completo de los reflectores– es el directivo al que vapulearon los analistas y fondos de inversión en el primer road show que hizo Pemex en Nueva York. “Hay una completa desconexión con la percepción del mercado", dijo uno de ellos. El director financiero no mostró entendimiento de la compañía y no impresionó para nada”, dijo otro. “Es problema de AMLO, porque él lo eligió. Tiene que irse", soltó uno más.

Quien tomó la decisión de refinanciar los pasivos financieros de Pemex fue el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, con la ayuda del subsecretario Gabriel Yorio; ambos con buenas conexiones y buen entendimiento de los mercados globales. 
En el gabinete siguen habiendo dos posturas que contrastan y confunden a los inversionistas: la de los moderados, donde se encuentran los funcionarios de Hacienda; y la de los radicales, donde están los de la Secretaría de Energía, como el subsecretario de Hidrocarburos, Miguel Ángel Maciel Torres, quien la semana pasada dijo que bajaría la exportación de crudo para ser refinado en el país. Un balazo en el pie que terminaría por enfilar a Pemex a perder el grado de inversión.

Posdata

Si las ocurrencias de los funcionarios de la Secretaría de Energía y la falta de estrategia en Pemex no se cumplen, en Hacienda esperan que un anuncio, por más mínimo como el que se abran algunas rondas de hidrocarburos o se anuncie que en el mediano plazo se reactivarán los farmouts, sería suficiente para disuadir a las calificadoras de recortar la nota de Pemex. ¿Cuál de las dos visiones que siguen dividiendo al gabinete se impondrá?

Inconstitucional, la iniciativa de Napoleón

La iniciativa del senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia, para modificar, por segunda ocasión en el sexenio, la Ley Federal del Trabajo en sus artículos 15A, 15B, 15C, 15D, 15E y el 1004-C, así como los artículos 5A y 12 de la Ley del Seguro Social, es anticonstitucional, ya que ninguna ley puede ser aplicada retroactivamente en perjuicio de nadie y se criminaliza a las empresas que utilizaron los servicios de subcontratación bajo el supuesto de que esta conducta es equiparable a la delincuencia organizada.

Esto, a pesar de que muchas empresas de outsourcing se han regido desde hace seis años por la ley de 2012 que fue aprobada por el Congreso mexicano, de acuerdo con expertos constitucionalistas.

En el país hay cientos de compañías estadounidenses, canadienses y europeas que desde hace muchos años trabajan con el esquema de tercerización. ¿Qué van a hacer? ¿Las van a perseguir? ¿En medio de la ratificación del T-MEC? Esa locura propone Gómez Urrutia.

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