Desde que empezó a circular la versión de que Emilio Lozoya, exdirector general de Pemex, se alistaba para acogerse al criterio de oportunidad ante la Fiscalía General de la República (FGR), un nutrido y poderoso grupo de políticos y empresarios se aliaron en un frente común para enfrentar lo que sus declaraciones les puedan acarrear.

Se trata de expresidentes, exsecretarios de Estado, exsubsecretarios, legisladores y exlegisladores, gobernadores y exgobernadores, funcionarios en activo, políticos de prácticamente todos los partidos, empresarios y directivos de la iniciativa privada. Algunos tuvieron que ver con los enjuagues que relata Lozoya, otros no; algunos solo fueron a las fiestas en la casa de la colonia Anzures de la Ciudad de México —donde se reporta contrataban acompañantes y fluían sin recato alcohol y drogas—, y otros experimentaron el paquete completo (contratos, sobornos y juerga). El asunto es que hoy todos están en el mismo barco de incertidumbre por lo que ya declaró y puede seguir declarando Emilio Lozoya Austin.

Los integrantes de este grupo, que bien puede apodarse el TUCOL (Todos Unidos Contra Lozoya), no han sido necesariamente cercanos en el pasado. Muchos de ellos ni se conocían. Pero ahora los une el enfrentar no sólo al ex alto funcionario en el sexenio de Enrique Peña Nieto, sino también a lo que quieran hacer con el caso tanto la FGR, por el lado judicial, como el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, por el lado político.

Según me han revelado varios de los integrantes de este frente común, los empresarios están aportando dinero para preparar una defensa legal, conocer los alcances de los contactos Lozoya-FGR y saber en qué anda el exdirector general de Pemex. Los políticos, por su parte, mueven sus hilos e influencias —incluso desde adentro del aparato de gobierno— para tratar de tener información sobre cuáles son los planes lo mismo de la defensa del testigo colaborador que de la propia Fiscalía.

SACIAMORBOS

1.- El viernes en su conferencia mañanera, el presidente López Obrador adelantó que se prepara una iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo para regular el outsourcing. Veremos cuáles serán los alcances de esta reforma. Cuentan que un joven político, efímero gobernador de Chiapas, anda nervioso, no le vayan a cebar el negocio. A ver si no cambian el “¿Dónde está Wally? por “¿Dónde está Willy?”.

2.- Varios integrantes del gobierno obradorista, que se han declarado públicamente fans de Fidel Castro, deben estar preparando sus renuncias. No me imagino que toleren que el gobierno para el que trabajan haya apoyado la candidatura al Banco Interamericano de Desarrollo de uno de los líderes más notorios del exilio anticastrista cubano, Mauricio Claver. Por si el agravio en su contra no fuera suficiente, el apoyo a Claver implicó que México abandonara al candidato impulsado por la izquierda argentina y se pasara del lado del favorito de la derecha cubana y Donald Trump.

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