“No ha habido ningún secreto: la dictadura la
ejercí por voluntad de la nación.” Antonio de Padua y María Severino
López de Santa Anna Pérez de Lebrón.

Estamos entrando en terrenos muy peligrosos para nuestras libertades, son tantos los frentes abiertos contra la frágil democracia que construimos en los últimos veinte años que la sorpresa termina ya en costumbre, no acabamos de entender ni asimilar un manotazo autoritario cuando ya nos zamparon otros tantos más.

El Ejército controlará de forma cuasi absoluta los temas de seguridad de la nación, se crean brigadas llamadas “siervos de la nación” que levantan censos para programas sociales clientelares sin el mínimo respeto democrático o de transparencia, se cancela una obra multimillonaria que pondría a México en el centro del mapa internacional y se erosionan los argumentos que justifiquen el despilfarro, ergo: decidimos tirar a la basura más de 300 mil millones de pesos por el símbolo de un ganso acomplejado con los hubs aeroportuarios internacionales y traumatizado con la pobreza franciscana de su personalísima vida y pasado, se anuncian foros de moralidad y ética, como si hubiese solo una, como dogmas, y se regalan folletos de Alfonso Reyes y su cartilla de hace más de medio siglo, el neoliberalismo, de pronto, es el culpable de todo, desde la diabetes hasta los divorcios y los divorcios son los culpables de la desintegración familiar y viejos tiempos fueron mejores, con todos obedientes, con todos dóciles, con todos solovinos, mascotas.

Imponen a un ministro en la Corte, imponen, luego, a otra ministra que es esposa del constructor favorito del presidente, así, como si la pareja de Hinojosa Cantú fuera ministra de Casas Blancas, imponen, también, perfiles incapaces pero genuflexos y dóciles, para usar términos amables, en los puestos claves de órganos reguladores que deberían pelearse entre los mejores de los mejores y se culpa a los huachicoleros del desabasto de combustible y se culpa a los gasolineros del incremento en el costo del combustible y se culpa al sabotaje de la falta de combustible para iluminar la península de Yucatán y se culpa a la herencia podrida de lo podrido y nadie toma las riendas de nada… Así, como si la orden, como si el objetivo, fuera desbocarse al abismo, como si la consigna fuera elevar la mediocridad a obligación constitucional.

El Presidente cita la biblia en Twitter, ahí enarbola, engalana, lisonjea la pobreza como virtud… El Presidente se siente un mesías, se mira reflejado en el mar con una larga barba y cabellera, el Presidente, de pronto, parece que se mira como Jesús… ¡Dios salve a la 4T!

Mientras matan a 13 en Veracruz, la gente necia y hereje del Mencho y de los Zetas nomás no se acaban de tragar aquello de la pobreza franciscana, les sigue ganando, ¡oh, piedad!, la troca, los dólares y las R15.

Si sobran los muertos, también nos sobra el tiempo para debatir sobre el perdón que nos deben esos traviesos españoles que se quieren olvidar de sus atropellos, 500 años no son nada….

Si sobran los muertos, también nos sobra el tiempo para debatir sobre si pesa más la justicia o el derecho, y si la ley “injusta” debe desobedecer aunque eso le parta su madre al concepto fifí aquel de “Estado de Derecho”

Si sobran los muertos, también nos sobra el tiempo para vanagloriarnos de un presidente que se parece cada vez más a los dictadores bananeros de América Latina.

De Colofón.- Fuerte rumor: la idea es reventar a la UAM para convertirla en una nueva UACM.

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