“El pasado es solo una historia que
nos contamos a nosotros mismos”
De la película Her.

Siempre habrá culpas en cualquier lugar, en cualquier tiempo, pero nunca, jamás, en el gobierno de la cuarta.

La violencia es culpa del pasado que permitió a los muchachos portarse mal y engatusó a las mamás y las abues para ejercer chanclazos a buen tiempo, la economía estancada es culpa del pasado y, también, de los gigantes monstruos neoliberales del presente que son, ¿o eran?, socios del pasado, la crisis en salud es culpa del pasado y las muertes que genera dicha crisis también es culpa del pasado que de alguna manera sigue ejerciendo su influencia malévola.

La visión de la cuarta en temas de periodización histórica sería majadera de no ser por rústica, tan dogmática, tan torpe, tan nesciente.

A ver, ahora resulta que la época de la democracia mexicana inicia en julio de 2018 y que el 1 de diciembre del mismo año muere, desangrada, la era neoliberal… ¡patrañas!

Este gobierno es más neoliberal que sus antecesores, es capitalista como lo es la mayor parte de occidente y depende al ciento por ciento de la comunicación económica entre las naciones del mundo.

Es muy bonito soñar con la utopía socialista, pero ejercerla en el poder, máxime con una realidad totalmente opuesta, generará una crisis que le estallará al gobierno y la pagará el pueblo.

Por ejemplo, ahora compraremos medicamentos en el extranjero, sin importar que sean chafas pero baratos, ya no tiene relevancia la calidad, puede que salga peor el remedio que la enfermedad, pero ¡viva la pobreza franciscana!

Inquieta demasiado que la Cofepris, como casi todo el cuerpo del Estado Mexicano, se convierte, bajo la batuta totalitaria y centralista, en un florero de baratijas.

Aunque, no debería de sorprendernos tanto, la calidad no es una prioridad de la cuarta, todo chafa, todo barato, todo rápido, todo de cuarta.

Cuando México despierte de su letargo quizá sea muy tarde, habremos perdido lo poco que avanzamos y tendremos que comenzar, de nuevo, con un retraso de varias décadas en comparación al mundo.

Entonces, nos daremos cuenta que sí, que todo es culpa del pasado que añoraba el pasado en el que terminamos por despertar.

Este caos nace en el peor de los egos, en la cultura mesiánica y llena de resquemores que encuentra raíces en la fe y rechaza el progreso, la técnica y la ciencia.

Al rato, los apagones por falta de energía serán culpa del pasado y también el cáncer y también los secuestros y también el desgobierno.

Sí, todo será culpa del pasado… Del pasado 2018, donde nos ganó la víscera y se derramó la bilis.

DE COLOFÓN

Quedó ya muy claro, ¿no?... La apuesta va por los millones de los inversionistas con base al choro y los otros datos. ¡Les va a ir requetebién!

@LuisCardenasMX

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