Donald Trump no sabe admitir una negativa. Para él los NOs son simples obstáculos que debe brincar con agresividad. Si México no quiere firmar un acuerdo para convertirnos en Tercer País Seguro, él simplemente le va a dar la vuelta. Por ello anunció un cambió a las reglas para pedir asilo en Estados Unidos de tal forma que no puedan llegar a su país a solicitarlo sin antes probar que lo pidieron en países más cercanos a los de origen.

Lo que quiere Trump es obligar a que hondureños y salvadoreños pidan asilo en Guatemala o México y si estos dos países se los niegan, entonces ya pueden solicitar el asilo en Estados Unidos. Para los guatemaltecos, el asilo lo deberán pedir en México y si se los negamos, entonces ya lo pueden solicitar en Estados Unidos. Así, para efectos prácticos, solamente los mexicanos podrán acercarse a pedir asilo en Estados Unidos porque cualquier otro migrante tiene otros países antes a los cuales acudir, basados en su geografía. El anuncio lo hizo Trump a pesar de que México y Guatemala no han accedido con el plan.

Estas nuevas normas de asilo en Estados Unidos serán complicadas de aplicar porque jurídicamente no son sostenibles. No obstante, Trump va derecho y no se quita. Quiere que México y Guatemala seamos Tercer País Seguro sí o sí. Quiere que lo seamos a pesar de que los sistemas de asilo mexicanos y guatemaltecos carecen de la capacidad de absorber el número de solicitudes de asilo y, por lo tanto, de otorgar protección efectiva. De hecho, la COMAR (Comisión Mexicana de Ayuda para Refugiados) tiene un presupuesto anual irrisorio de $ 1.3 millones de dólares, que ya está a su máxima capacidad revisando el doble de solicitudes de asilo que el año pasado.

Además, ¿cómo pensar que México y/o Guatemala pueden ser países seguros si sabemos que los migrantes y refugiados que son regresados tendrán que lidiar con amenazas de pandillas y grupos criminales similares a los que los llevaron a huir de sus países de origen?

En el caso de México ya se conocen los problemas que están sufriendo los venezolanos porque ya se ha corrido la voz que son migrantes que salen con un poco más de dinero que los salvadoreños o los hondureños. Por ello, cuando los delincuentes los ubican por su acento y/o por su físico, saben que ahí pueden encontrar un botín.

Pero más allá de todas estas consideraciones legales y pragmáticas que a Trump le importan un pepino, la presión que ha querido imponerle a México para que aceptemos ser Tercer País Seguro se ha topado con la pared de la Corte Constitucional de Guatemala que impidió al presidente Jimmy Morales viajar a Washington para reunirse con Trump el pasado 15 de julio. La prohibición vino por amparos interpuestos por ciudadanos guatemaltecos —excancilleres y el excandidato presidencial, Manfredo Marroquín— para evitar que el presidente fuera a Washington a firmar el acuerdo que convertiría a Guatemala en Tercer País Seguro.

Como Morales ya no fue, México se salvó de esta nueva presión por parte de Trump para que seamos Tercer País Seguro.

Apostilla: Durante su presidencia, las revistas del corazón como el ¡HOLA! le generaron varias crisis, la más importante fue la de La Casa Blanca en donde tuvo que salir su esposa de entonces, Angélica Rivera, a declarar que la casa la había comprado ella con sus ahorros. Lo hizo con un semblante de molestia que no se le quitó el resto del sexenio. Ahora como expresidente, Enrique Peña Nieto parece no haber aprendido la lección de aparecer en esas publicaciones. Su novia, Tania Ruiz, está en varias portadas presumiendo la relación. “Es el hombre más caballeroso con el que he estado”, declaró para la nueva portada de ¡HOLA! Esto le ha atraído reflectores innecesarios por inoportunos. Mientras el país padece los efectos de una presidencia frívola, marcada por la corrupción, sabemos, por la novia del expresidente y los videos que se dejan tomar, que gozan de Madrid y de bailes, despreocupados por lo que ocurre en México. ¿Qué necesidad?

@AnaPOrdorica

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