Las operaciones, llamadas, mensajes y cabildeos se han intensificado en los últimos días en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y entre sus 7 magistrados, en vísperas de que se voten en los próximos días las impugnaciones de México Libre en contra de la decisión del INE de negarle el registro como partido político. Hay presiones de todos lados para tratar de influir en una decisión que, sea cual sea su sentido, impactará directamente las elecciones de 2021 y los equilibrios de fuerzas sobre todo en la oposición política al actual gobierno.

El viernes pasado, por ejemplo, el presidente de Morena, Alfonso Ramírez Cuellar, envió  un escrito a la Sala Superior del TEPJF en el que solicita que se establezca “el impedimento para el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón para que no intervenga en la discusión y resolución de los asuntos sobre la organización México Libre”, bajo el argumento de que dicho magistrado tiene vínculos políticos directos con el expresidente Felipe Calderón y con su esposa, Margarita Zavala, por haber sido colaborador cercano de su exsecretario particular, Roberto Gil Zuarth.
Mientras tanto, Felipe Calderón mandó ese mismo viernes otra carta dirigida a los magistrados del Tribunal en la que descarta que Reyes Rodríguez Mondragón tenga algún tipo de vínculo o relación con él y con su esposa, por lo que pide que se descarte cualquier petición de que el magistrado se excuse y no participe en la revisión y votación de la ponencia que presentará el magistrado José Luis Vargas sobre los recursos de impugnación de México Libre. "No tengo relación de amistad de ninguna índole, mucho menos íntima.

No tengo vínculos personales, ni siquiera he tenido trato con él, menos familiaridad o frecuencia con el mismo (no hay familiaridad ni frecuencia en un trato que no existe)", dice el expresidente sobre el magistrado Reyes, con quien dice no haberse reunido nunca, ni cuando fue presidente ni después.

Y en medio de las presiones y peticiones epistolares, hay toda una operación desplegada por el calderonismo para tratar de que el fallo de los magistrados favorezca a su partido. La estrategia de cabildeo y “convencimiento” es encabezada por Roberto Gil Zuarth, exsecretario particular del presidente y exsenador panista, quien aprovecha sus inocultables vínculos personales con el magistrado Reyes Rodríguez para acercarse también a otros magistrados afines en busca de su voto. En esta operación participa también Salvador Nava Gomar, exmagistrado del TEPJF quien también representa a Calderón y Zavala en una parte de la interlocución con los magistrados del Tribunal.

La estrategia de los calderonistas busca debilitar los posibles argumentos del tribunal, antes de que se haga pública la resolución, para insistir en que Calderón fue víctima de un “fallo político” político por parte del INE y tratar de debilitar las evidencias que los consejeros electorales presentaron para probar que México libre no cumple con los requisitos para ser reconocido como partido político por un problema de donaciones anónimas o no identificadas.

Todo eso hizo que el Tribunal haya retrasado la votación sobre México Libre, que estaba prevista para el pasado viernes. La ponencia que se votará en el pleno de la Sala Superior estará a cargo del magistrado José Luis Vargas y aunque se desconoce aún en qué sentido la presentará, en el mismo Tribunal se habla de la animadversión que existe entre el magistrado y el expresidente Calderón, lo que hace suponer que su proyecto será en contra de los argumentos del partido calderonista. Esta semana se puede definir qué día se somete a votación el caso, aunque antes tendrá que resolverse el “impedimento o excusa” del magistrado Reyes Mondragón, a quien ya han pedido que no participe en la votación varios actores.
Veremos cómo se resuelven los últimos requerimientos jurídicos en el Tribunal Electoral, que también debe resolver antes varias impugnaciones sobre el proceso interno de Morena, para después, posiblemente a finales de esta semana o a más tardar la próxima, definir el destino de México Libre y si el matrimonio Calderón Zavala, archienemigo del gobierno de López Obrador, podrá o no estar en la boleta en los comicios de 2021.


NOTAS INDISCRETAS…

A propósito de Morena, los golpeteos internos siguen a la orden del día y ahora hasta el presidente López Obrador parece haber entrado a la pugna por la dirigencia o al menos así se interpretó su discurso del viernes en la conferencia mañanera, cuando le preguntaron por las disputas internas que no cesan en su partido:  “Ya basta de eso (de las disputas). Afortunadamente es la gente la que está empujando la transformación. El motor del cambio es el pueblo. Que no se confundan los dirigentes; es el pueblo el que manda y decide y se le debe respetar. Al carajo con el oportunismo. Hay mucho pueblo para tan poco dirigente”, fustigó el presidente. No faltó quien leyera en tan duro comentario de López Obrador una mención directa al dirigente nacional, Alfonso Ramírez Cuéllar, con quien parece no estar nada contento el inquilino de Palacio Nacional, al grado que le llamó, sin decirlo, “chiquito” ¿Por qué estará tan enojado el presidente con Ramírez Cuéllar?... Y es que parece que también hay manos de Palacio Nacional metidas en los pleitos morenistas. A Porfirio Muñoz Ledo se le ha visto muy cercano a César Yáñez, el cercanísimo exvocero lopezobradorista y actual encargado de la Oficina de Políticas de Gobierno. Yáñez habla constantemente con Porfirio y le da “línea” sobre cómo debe manejar su campaña. ¿Será que al presidente también le juegan las contras en su propio equipo?... Se baten los dados. Escalera doble. La semana promete.

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