Nuestro presidente no es, precisamente, un hombre con dilección a la verdad, es, más bien, digamos que campechano en sus declaraciones: un poquito de verdad, un poquito de mentira y un poquito de imprecisión, un bribón de la palabra, tal como lo sería cualquier otro político… Bueno, ciertamente quizá él sea un poquito más.

Pero, en el tema de la consulta ya es otra cosa, ahí sí que el presidente López Obrador miente sin descaro, nadie va a juzgar a ningún expresidente por el resultado de la consulta ni la consulta pregunta eso.

Defender a López Obrador en este tema es harto legítimo, faltaba más, pero aceptemos que defender “la consulta” es amar a la 4T sin importar la realidad, defender “la consulta” es convertirse en fanático renunciando al derecho de ser ciudadano.

Nuestro presidente quería una pregunta imposible en cualquier democracia, validissima en cualquier dictadura, por ahí de octubre 2020, la Suprema Corte de Justicia de la Nación tuvo que hacer una maroma que colocó a su presidente, Arturo Zaldívar, al nivel de los mejores acróbatas del planeta.

Cambió esto: ¿Está de acuerdo o no con que las autoridades competentes, con apego a las leyes y procedimientos aplicables, investiguen, y en su caso sancionen, la presunta comisión de delitos por parte de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto antes, durante y después de sus respectivas gestiones?

Por esto: ¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?

Después de una deliberación digna de Ávandaro, con pelos, mugre y depravación jurídica incluida, Zaldívar junto a los ministros Yasmín Esquivel, Margarita Ríos Farjat, González Alcántara Carrancá, Gutiérrez Ortiz Mena y Pérez Dayan determinaron que su pregunta tenía algún sentido.

¿Qué son acciones pertinentes?, ¿un regaño o una amonestación pública?, ¿una acción pertinente no puede ser un juicio que se inicia por la vía popular o sí?, ¿qué diantres es un proceso de esclarecimiento?, ¿una sección en la mañanera?, ¿un programa de radio conducido por Lord Molécula?

¿Una decisión política tomada en los años pasados, dice ahí?, ¿construir el Metro a lo tonto es una decisión política?, ¿quitar el Seguro Popular que dejó sin medicinas a millones lo es también?

¿Quiénes son los “actores políticos”?, ¿un regidor es un actor político?, ¿un intelectual es un actor político?, ¿un jefe de gobierno?, ¿un luchador social que hacía plantones en Reforma?

¿Garantizar justicia y derechos de las víctimas?, ¿para eso se tiene que hacer una consulta?, ¿la Constitución no los garantiza ya?, ¿derechos ganados a consulta?, ¿de cuál fumaron para andar igual?

La consulta será un fracaso monumental que nos venderán como un éxito, pero si en el gobierno están fumando lo mismo que fumaron en la Corte cuando redactaron la rocambolesca pregunta, supongo que todo cobra sentido, aunque sea solamente para ellos.

DE COLOFÓN

¿Serán “posibles víctimas” los estudiantes que se quedaron sin beca en Reino Unido por la “decisión política” de desaparecer los fideicomisos de ciencia que tomaron “los actores políticos” de la 4T? 

@LuisCardenasMX

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