De acuerdo con especialistas del sueño, la vacuna contra la influenza se vuelve menos efectiva si se aplica en personas que no durmieron bien una noche antes. Según estudios científicos la respuesta inmune se ve afectada y se minimizan sus efectos.

En conferencia de prensa, Guadalupe Terán Pérez, presidenta de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño, indicó que está comprobado que una persona que duerme menos de seis horas la noche previa a la vacunación no genera la misma cantidad de anticuerpos que alguien que durmió correctamente.

La razón de ello es que la restricción del sueño deteriora la respuesta inmunológica. “La va a incapacitar, por lo que la generación de anticuerpos no se va a dar de la manera adecuada para hacer frente a los diversos retos inmunológicos”, explicó Javier Velázquez Moctezuma, director del Centro de Sueño y Neurociencias.

Agregó que el deterioro de la respuesta inmunológica origina también que las personas que no duermen adecuadamente sean más susceptibles a enfermarse de afecciones infecciosas y que recientemente se ha confirmado la relación que existe entre la restricción del sueño y diferentes enfermedades virales, bacterianas y parasitarias.

Se ha comprobado, asimismo, que los pacientes con insomnio, que representan 18% del total de la población mexicana, generan menos anticuerpos que una persona que no tiene este padecimiento, añadió Terán Pérez.

Aunque el gobierno de México invierte muchos recursos para garantizar la vacunación de la población más vulnerable, “cuando te vacunas nadie te pregunta cómo dormiste la noche previa o no se hacen campañas que digan que duermas bien antes de vacunarte para que tu cuerpo pueda procesar adecuadamente la dosis que recibe”, mencionó.

La vacuna de la influenza

La vacuna contra la influenza AH1N1 ha demostrado tener una alta tasa de efectividad y, aunque no lo es al 100%, su principal propósito es impedir que los síntomas sean graves, no tanto evitar la enfermedad, afirmó la investigadora Guadalupe Soto Estrada.

Destacó que la influenza es una infección viral de las vías aéreas, transmitida por la saliva del enfermo (al toser, estornudar o hablar) o al tocar superficies o materiales contaminados y llevarse la mano a la nariz, boca u ojos.

Puede ser confundida con un cuadro gripal, pero es más grave y con otras complicaciones. Sus síntomas son dolor de cabeza y garganta, tos, malestar general, temperatura hasta de 40 grados y, ocasionalmente, diarrea y vómito.

El mejor momento para aplicar la vacuna contra la influenza es antes de la temporada de influenza, que empieza a repuntar entre la tercera y cuarta semana de octubre. Sin embargo, se ha demostrado que si las personas que no se vacunaron en estas fechas reciben la inmunización en enero, en lo más frío de la temporada invernal, también se benefician.

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