Aunque en México no se sabe aún qué tanto avance tiene el caso Emilio Lozoya y si la Fiscalía General de la República ha logrado probar algunas de las imputaciones que hizo el exdirector de Pemex a varios políticos del PRI, del PAN y de ex perredistas que hoy militan en Morena, algunos de los imputados en ese proceso no piensan esperar hasta enero del 2021, cuando se vence el plazo que pidió la FGR al juez para investigar y acreditar las acusaciones de Lozoya Austin, para protegerse jurídica y físicamente de una posible carpeta judicial en su contra.

Ese es el caso del exsecretario de Hacienda del sexenio peñista, Luis Videgaray, quien es uno de los principales imputados por Lozoya y también de los que más atentos están a lo que suceda con las indagatorias de la FGR. De algo debió enterarse Videgaray, a través de sus abogados, que fuentes muy cercanas aseguran que el que fuera el hombre fuerte de Peña Nieto ha decidido dejar su actual trabajo en el MIT, como director del Proyecto Mundial sobre Políticas de Inteligencia Artificial, para buscar refugio y residencia en Israel, país donde intentaría protegerse de un posible extradición a México por lo complicado y exigente del Tratado de Extradición entre ambos países.

A pesar de que Videgaray acababa de recibir en septiembre el respaldo total de los directivos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, que le dieron su apoyo para que permaneciera en la institución, luego de la petición de un grupo de alumnos que exigían que se le diera de baja de la plantilla académica de la institución por los presuntos actos de corrupción que cometió como servidor público, el excanciller mexicano parece haber optado por buscar la protección ante una eventual orden de aprehensión por parte de la FGR y para ello eligió Israel, el mismo país a donde huyó el exdirector de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, Tomás Zerón, sobre quien pesa ya una solicitud de extradición del gobierno mexicano a Tel Aviv.

La decisión del otrora poderoso funcionario confirma que, aunque ya no se difundieron más videos ni el presidente López Obrador volvió a hablar del caso Lozoya ni de su “escandalosa corrupción” (particularmente desde que le sacaron un video de su hermano Pío López Obrador recibiendo dinero en bolsas de papel para “apoyar al movimiento”), las investigaciones de la FGR continúan y con ellas la documentación de pruebas y elementos suficientes para acreditar los dichos y acusaciones del exdirector de Pemex en contra de políticos del sexenio pasado que, si así lo determina la Fiscalía podían ser citados a declarar o bien sujetos a una investigación sobre los delitos que les imputa Lozoya y eventualmente se les podrían librar órdenes de aprehensión si así lo ordenan los jueces.

Por lo pronto el dato duro de que Luis Videgaray haya decidido dejar su exilio dorado en el MIT y su vida resuelta en la tranquila y apacible Cambridge para mudar su residencia al siempre complicado Medio Oriente, en el Estado israelí donde tendrá la protección del complejo tratado de extradición que le garantiza protección de ese gobierno ante una posible petición de extradición por una orden de aprehensión en México, es la confirmación de que el caso Lozoya nunca se detuvo y se sigue integrando el expediente con pruebas y sustento, aunque el inquilino de Palacio ya decidió no hablar más del tema después del golpe seco que le dieron con la imagen de su hermano recibiendo dinero de dudosa procedencia y anotando fechas y cantidades en su ya famosa “biblia negra”. Mas vale Luis precavido que Videgaray en la cárcel.

EMPATE EN PRESIDENCIA DE MORENA, VAN POR TERCERA ENCUESTA


El resultado de la encuesta en Morena no pudo ser menos predecible: un empate a 25% con diferencia de décimas de punto entre Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo, obligó a que el INE anunciara que habrá una tercera encuesta “de desempate” para definir quién de los dos se queda en la Presidencia, mientras que la Secretaría General ya quedó resuelta y definida para la senadora Citlali Hernández, que acompañará a cualquiera de los dos que gane en la tercera encuesta que será, curiosamente, también la vencida.

Tras conocerse el sorpresivo resultado la tarde de ayer, Porfirio ya vociferaba acusando que hubo “marranadas” en la encuesta el INE, mientras que Mario Delgado se mostraba más cauto ante el anuncio de que se enviará el resultado de los sondeos al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que determine la procedencia de una tercera encuesta para resolver el “desempate” entre los dos aspirantes que buscan la presidencia morenista.

Se prolonga así una lucha que lleva ya dos años para renovar la dirigencia nacional de Morena y permanece la incógnita de qué grupo y, por lo tanto, qué personajes y liderazgos se fortalecen con el control del partido con miras a los comicios del próximo año, pero también a la sucesión presidencial del 2024. Parece que el suspenso seguirá para saber también con cuál de los dos bloques en que ahora se divide la Cuarta Transformación, se decanta el presidente López Obrador, que seguirá deshojando la margarita entre los duros y puros que encabeza Porfirio, y los moderados y advenedizos que representa Mario.

NOTAS INDISCRETAS…


Con la cancelación del segundo debate presidencial en los Estados Unidos, luego del berrinche de Donald Trump porque no quiso asistir a un debate virtual, ante el riesgo de que contagiara de Covid a su contrincante demócrata y al moderador, el escenario ya de por sí complejo de la elección presidencial estadounidense se vuelve aún más incierto. Entre las declaraciones anticipadas de fraude que ha hecho el presidente, descalificando y amenazando a la sólida democracia de su país con un conflicto poselectoral y jurídico, junto con la irrupción de grupos del supremacismo blanco, como los violentos Proud Boy, de los que se niega a deslindarse Trump, el ambiente se enrarece cada vez más en el vecino país. Mientras tanto en México, desde el gobierno del presidente López Obrador ya han puesto en marcha el “Plan B” en el escenario de que ganara Joe Biden la elección, para lo cual el canciller Marcelo Ebrard está reactivando sus contactos de primer nivel con el Partido Demócrata, al que apoyó en las elecciones de 2016 con la campaña de Hillary Clinton. Esta semana estuvo de visita en la cancillería mexicana el incluyente congresista demócrata Henry Cuellar, quien tiene una cercana y añeja relación con Ebrard. El texano es un puente directo para la interlocución con la cúpula demócrata donde está Nancy Pelosi, la líder de la Cámara de Representantes, con la que el gobierno mexicano ya tiene comunicación en previsión a lo que pueda suceder en las elecciones…Por cierto que no sólo Marcelo Ebrard tiene contactos con los demócratas, el candidato Joe Biden tiene dos amigos personales en México con quien tiene una relación de muchos años y de toda la confianza y cercanía: el empresario Miguel Alemán Velasco y su hijo Miguel Alemán Magnani. Los Alemán y Biden han convivido desde hace muchos años y esa amistad puede también ayudar al gobierno lopezobradorista a “suavizar” cualquier recelo de los demócratas tras su apuesta a la campaña de Trump…Paran los dados. Escalera doble. Semana de altibajos.

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