Luego de llevarse a casa dos premios Oscar el pasado domingo por su cinta La forma del agua, Guillermo del Toro fue atacado en redes sociales porque en su discurso en los Oscar no habló en español, ni agradeció a su país.

El tapatío, quien asistirá al Festival Internacional de cine de Guadalajara, este sábado, no hace caso a estos comentarios, pues afirma que para ayudar a México hay que hacer cambios profundos y él está contribuyendo, no con mensajes sino con acciones.

Guillermo, se habló de la razón de no dirigir un mensaje concreto a México en tu discurso, ¿crees que era importante?

En todos mis discursos a lo largo de éstos ya varios premios, siempre exalto mi mexicanidad y creo que eso no está a discusión, incluso hasta fui meme con “Porque soy mexicano”.

¿Tienes ganas de volver a trabajar en México, tal como hizo hace meses Alfonso Cuarón con Roma?

No sólo lo he pensado, lo hemos discutido; Alfonso inicia con Roma, yo tengo un par de guiones inacabados, uno es Plata y otro más. Alfonso y yo tuvimos esa plática hace seis meses, manejando de Cannes a Italia, por seis horas, acerca del asunto, también con Alejandro (González Iñárritu) lo hemos hablando y creemos que (filmar en México) es importante, vital, Alfonso la inicia y nosotros la continuaremos.

¿Qué tanto te importaba o preocupaba conseguir un Oscar?

Yo estaba muy en paz con la idea de que el género que yo hago y al que le he sido fiel por un cuarto de siglo no iba a ser premiado. La primera sorpresa se dio cuando la película conecta en Venecia, ya que en mi carrera he hecho películas que creo que van a conectar mucho con la gente y no sucede así por una razón u otra.

¿Te ves como una fuente de inspiración o motivación para realizadores mexicanos emergentes?

Lo que es curioso es que no importa si te gustan o te disgustan las películas que alguien hace, lo importante es que lo utilices de la mejor manera, es decir, si no te gusta lo que hacemos, que digas “estos cuatro lo están haciendo muy mal, yo les demostraré cómo se hace”, o la otra está en que, si les gusta lo que hacemos, se sientan motivados a seguir nuestros pasos; yo eso hice desde joven con directores a los que admiraba.

¿Has visto cine hecho en México? ¿Qué realizadores te gustan o les ves potencial?

Me encanta Gerardo Naranjo. En el género fantástico Issa López y Vuelven me pareció una película hermosa, ella es una revelación, me encantaría trabajar con ella y ayudarla a que encuentre su voz y su posición en el género porque es un milagro y una belleza que la voz del fantástico mexicano siga viva.

Hay un género en México que se está gestando de manera potente.

¿Los mexicanos necesitan seguir yéndose a EU para poder internacionalizar su trabajo?

Esa es una concepción errada, en mi caso no tiene que ver con una continuidad geográfica. Cronos en México, Mimic en Estados Unidos, El Espinazo del diablo en España, Blade americana, El laberinto del fauno española, en ningún momento es una ida de un solo sentido y como productor menos; en 25 años siempre he trabajado con Bertha Navarro en México. Para mí no es que haya un plan, lo que tiene la existencia es que no se puede planear nada, es algo que vas construyendo. Nunca habría apostado que mi segunda película sería en Estados Unidos o que filmaría una cinta de acción como Blade II. Nunca me habría imaginado que El laberinto se convertiría en el éxito que fue. Como decía John Lennon: “La vida es lo que te pasa mientras estás haciendo otros planes”.

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