Un cofre con insólitas monedas y un pendiente de oro de unos 900 años de antigüedad de la época de las Cruzadas fue encontrado en la ciudad portuaria de Cesárea, según informó hoy la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).

"El cofre es un testimonio silencioso de uno de los eventos más dramáticos de la historia de Cesárea: la violenta conquista de la ciudad por los Cruzados. Alguien escondió su fortuna, esperando recuperarla, pero nunca volvió a por ella", expuso el arqueólogo Peter Guendelman, codirector de la excavación.

El tesoro, un pequeño cofre de bronce que contiene 24 monedas de oro y un pendiente del mismo metal precioso, fue desenterrado hace pocos días en el Parque Nacional de Cesárea, extraído de entre dos piedras al lado de un pozo situado en una casa de un vecindario de hace casi un milenio, informó un comunicado.

El descubrimiento se exhibe en el puerto de Cesárea.

"Es un verdadero premio de Janucá para nosotros (como el que reciben los niños judíos en la festividad de Janucá que se celebra en estos días), la felicidad de haber encontrado estas monedas precisamente en esta fiesta", dijo a Efe Michael Karasenti, presidente de la Corporación para el Desarrollo de Cesárea.

Mohamed Hatar, segundo codirector del proyecto de la AAI aseguró que "las monedas halladas en el cofre, datadas del siglo XI, posibilitan relacionar el tesoro con la conquista cruzada de la ciudad del año 1101".

Los arqueólogos se refirieron a ese evento como uno de los más dramáticos en la historia de la Cesárea en el que, según fuentes contemporáneas escritas, la mayoría de sus habitantes fueron masacrados por el Ejército de Baldwin I, rey del Reino Cruzado de Jerusalén (1100-1118).

"Entra dentro de lo razonable asumir que el dueño del tesoro y su familia perecieron en la masacre o fueron vendidos como esclavos, y por lo tanto no pudieron recuperar su oro", señalan los arqueólogos.

En este lugar se encontraron previamente otros dos tesoros de la misma época, uno fue descubierto en los años 60 y otro en los 90, y se pueden ver en el Museo de Israel en Jerusalén.

La zona de excavaciones, en la que la Fundación Rothschild ha invertido más de 150 millones de shékels (unos 35 millones de euros), es parte de un complejo construido por Herodes hace más de 2 mil años, como tributo a su mecenas romano, el emperador Augusto, y la diosa Roma.

Según el experto en monedas de la AAI, Robert Kool, las piezas encontradas no circulaban localmente, y sugieren relaciones comerciales entre Cesárea y Constantinopla.

"Una o dos de estas monedas equivalían al salario anual de un granjero sencillo, de modo que quien depositara el cofre o era alguien adinerado o estaba relacionado con el comercio", consideró Kool.

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