Un equipo de arqueólogos polaco-estadounidenses descubrió una fortaleza de hace 2 mil 300 años de antigüedad que protegía un puerto llamado “Berenike” en la costa del Mar Rojo, Egipto.

Las excavaciones realizadas demostraron la existencia del puerto construido en un momento en que Egipto fue gobernado por los Ptolomeos, una dinastía de faraones descendientes de uno de los generales de 

"Una doble línea de muros protegía la parte occidental de la fortaleza, mientras que una sola línea bastaba más al este y al norte. Se construyeron torres cuadradas en las esquinas y en lugares estratégicos donde se conectaban secciones de los muros", escribieron los arqueólogos Marek Woźniakand y Joanna Rądkowska en un artículo recientemente publicado en la revista 

Dentro de la casa de la fortaleza, los arqueólogos encontraron un pozo excavado en la roca y una serie de desagües y piscinas que recolectaban, almacenaban y distribuían agua subterránea y agua de lluvia. "Las dos piscinas más grandes pueden haber tenido una capacidad total de más de 17 mil litros", escribieron Woźniak y Rądkowska. El hecho de que el agua de lluvia fuera drenada y recolectada sugiere que Berenike tenía "un clima más húmedo que el actual", anotaron.

En el lado sur del muro defensivo del norte, en un antiguo basurero, los arqueólogos descubrieron estatuillas de terracota, monedas y un trozo de cráneo de elefante.

"Curiosamente, parece que los administradores de Berenike consideraron innecesarias las fortificaciones. Algunas de ellas fueron desmanteladas después de un período de existencia muy corto", dijo Woźniak a Live Science, y señaló que no se han encontrado pruebas de un ataque a Berenike. Los Ptolomeos a menudo construyeron ciudades fortificadas y fortalezas cerca de las fronteras de su reino, dijo Woźniak, y agregó que los Ptolomeos no podían estar seguros de cómo reaccionaría la gente local en las fronteras ante su presencia.

Los registros históricos indican que Berenike era parte de una cadena de puertos construidos a lo largo del Mar Rojo para ayudar a suministrar elefantes de guerra al ejército de los Ptolomeos, dijo Woźniak. En 2014, la investigación genética reveló que los Ptolomeos probablemente importaron sus elefantes de Eritrea, en África Oriental.

Después de que Roma se apoderó de Egipto en el 30 a. C., el comercio se expandió en Berenike y el puerto se convirtió en un importante centro de comercio. Desde el siglo I hasta el siglo VI, la evidencia sugiere que los lazos comerciales se extendieron desde Grecia e Italia hasta Arabia Saudita, India, la Península Malaya, Etiopía y África Oriental.

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