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Carlos Monsiváis fue uno de los intelectuales mexicanos más destacados que incursionó con éxito en diversos géneros; ya sea en la crónica, ensayo, o incluso en la narración.
Para dar cuenta de los géneros en los que trabajó, así como en sus investigaciones y abundar sobre los libros que coleccionó, la Biblioteca de Méxicoorganizó la exposición Carlos Monsiváis: El hacedor de libros, el cronista de la ciudad.
Se exhibirán más de 40 libros de su autoría y alrededor de 10 que hizo en colaboración con Julio Scherer García, José Emilio Pacheco, Carlos Pellicer, entre otros. La totalidad de la obra que se exhibirá se encuentra en los fondos de la Biblioteca de México, y se presentará en la Galería Zabludovsky y en el Patio de los Escritores de dicho recinto.
Algunas de las obras que podrán observarse son: "A ustedes les consta", "Los mil y un velorios", "El 68", "Protestantismo, diversidad y tolerancia", entre muchas otras.
Monsiváis podía hablar con cualquiera de cualquier tema, caminar por la Lagunilla, por el centro de la Ciudad, San Ángel, o la Zona Rosa buscando un libro, una antigüedad, un artilugio, charlar horas sobre algún tema, de su ciudad, de una obra de teatro, de un cómic, de una película y podía seguir siendo Monsiváis, sin pretexto, sin excusa, sin consideraciones.
Para entender y dimensionar lo que Carlos Monsiváis es dentro del mundo cultural de México hay que dar una mirada a su infancia y juventud. La disciplina que fue adquiriendo en la escuela dominical de su iglesia, para estudiar "La Biblia" y memorizarla, lo incentivó a acercarse a la lectura. Monsiváis se volvió a corta edad un lector implacable.
Lo acompañaban autores como Alejandro Dumas, Emilio Salgari, o Sir Arthur Conan Doyle, los comics mericanos y las historietas mexicanas, al mismo tiempo que devoraba el cine de aventuras y los programas de radio. Y de ahí surge la afición por escribir pequeños poemas, cuentos, historias, pero sobre todo lo lleva a colaborar y a participar en la edición de gacetas y folletines de su iglesia y con ello asistir a eventos religiosos de todo el país y algunos otros a nivel internacional.
De manera paralela, Carlos se convierte en un buen estudiante, siempre adelantado. Era –como él lo dijo- simplemente “un matado”.
La muestra permanecerá abierta del 9 de mayo al 8 de julio en el recinto de La Ciudadela.