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Nueva evidencia de la ciudad maya de Copán (Honduras), revela que los antiguos mesoamericanos capturaban y comercializaban rutinariamente animales salvajes con fines simbólicos y rituales, según un estudio publicado este miércoles en la revista Plos One por Nawa Sugiyama, de la Universidad George Mason, en Virginia (Estados Unidos), y colegas.
Según la investigación, las antiguas culturas mesoamericanas usaban animales salvajes como el puma y el jaguar para muchos propósitos, incluso en exhibiciones simbólicas de estatus y poder, como sujetos de sacrificio ritual, y como recursos para procesar como carne de venado o productos artesanales.
La evidencia del uso de animales silvestres en la antigua Mesoamérica se remonta a la cultura teotihuacana, en lo que hoy es México (1-550 dC). Los hallazgos arqueológicos de las estrategias indígenas de manejo de animales mesoamericanos tradicionalmente han sido subestimados, debido a la escasez de grandes animales domesticados en el Nuevo Mundo en comparación con el devastador impacto del ganado europeo introducido en el siglo XVI.
En este estudio, el equipo de investigación analizó muestras arqueológicas de animales salvajes excavados en cinco sitios rituales en la ciudad maya de Copán (426-822 aC), en Honduras.
El equipo realizó análisis de isótopos estables en hueso y dientes de puma, jaguar y otros felinos no identificados junto con ciervos, lechuzas, plataleas y cocodrilos, para determinar la dieta y el origen geográfico de los animales. Algunos de los especímenes de felinos estudiados, incluidos el puma y el jaguar, tenían altos niveles de ingesta de C4 indicativos de una dieta antropogénica a pesar de la ausencia de indicadores de cría en cautividad.
Los niveles de isótopos de oxígeno en especímenes de venado y felino sugieren que algunos animales y productos artesanales derivados (por ejemplo, pieles) utilizados en prácticas rituales se originaron en regiones distantes del Valle de Copán (Honduras).
Estos hallazgos confirman investigaciones previas que muestran que las culturas mesoamericanas mantuvieron a los animales silvestres en cautiverio con fines rituales y revelan que las redes de comercio de animales en la antigua Mesoamérica eran más extensas de lo que se pensaba.
"Codificado en los huesos de jaguares y pumas en el sitio maya de Copán, había evidencia tanto de cautiverio como de redes comerciales expansivas que comerciaban con carnívoros ritualizados en todo el dinámico paisaje mesoamericano", explica Sugiyama.