El amor al arte de los 'millennial' chinos, que toman dinero prestado de sus padres para comprar piezas millonarias, ha popularizado el mercado artístico de China entre las grandes galerías del mundo, subraya hoy un informe de la Feria de Arte y Antigüedades de Maastricht, TEFAF.
Son muchas las razones que explican este crecimiento del interés artístico entre los jóvenes en China, pero destacan el haber estudiado en el extranjero, visitado museos en diferentes países y el tener un entorno interesado en el arte, explica a Efe la experta Kejia Wu, autora del informe de este año en TEFAF.
La internacionalización de su educación, que rompe la barrera idiomática, jugó un papel en esta tendencia 'millennial' porque estos jóvenes se están convirtiendo en coleccionistas de arte tradicional chino, aunque en mayor medida del occidental.
"Si alguien de su entorno empieza a coleccionar arte, pues ellos dirán: 'vale, a lo mejor yo también puedo adquirir cosas que no son muy caras'. Prestando dinero de sus padres, pueden pasar muy rápido de la nada, a ser coleccionistas de arte. Esta transición puede darse en tan solo un año", añade Wu.
En comparación con las generaciones anteriores, estos jóvenes chinos, nacidos después de los 90, pueden hablar un buen inglés, son activos en las redes sociales, acuden a diferentes ferias internacionales de arte, se relacionan con las grandes galerías de todo el mundo y coleccionan también arte contemporáneo occidental.
La mayoría de los coleccionistas chinos son autodidactas y aprenden rápido a moverse como peces en el agua en el mercado del arte, tanto mundial como en las principales ubicaciones de Hong Kong y la zona continental del país, y tampoco se dejan achantar por los datos macroeconómicos inciertos que preocupan a los expertos.
Optan por gastar al mismo ritmo, o incluso aumentarlo, porque perciben el arte como "una forma valiosa de adquirir activos", añade Wu, experta en arte, que ha viajado desde Nueva York a Maastricht para presentar hoy este informe que reafirma la entrada de las galerías internacionales al mercado chino, haciendo competencia a las locales.
Esta es una de las principales conclusiones del informe que intenta este año responder al porqué de la popularización del mercado del arte de China, que en las últimas cuatro décadas ha vivido un crecimiento drástico, hasta convertirse en el segundo mercado más grande del mundo, después de EU.
Su presencia en la feria de TEFAF de este año, que abre sus puertas del 16 al 24 de marzo, tampoco se queda corta, con cuadros espectaculares con aires orientales y representativos de rituales chamanistas, piezas de cerámica y porcelana, esculturas, objetos de bronce y sobre todo, joyas, con precios que van desde los 300 mil hasta más de 3 millones de euros.
Las galerías de arte profesionales en China comenzaron a surgir durante la década de 1980 y las casas de subastas no aparecieron hasta principios de los 90, como es el caso de Poly Auctions (fundada en 2005) y China Guardian (1993), ahora clasificadas como la tercera y cuarta casa de subastas, después de Christie (1766) y Sotheby (1804).
Además, el primer museo privado sin fines de lucro fue fundado en 1912 y la primera feria se estableció en 1933, pero a día de hoy China ya cuenta con más de 20 ferias de arte importantes, casi mil 500 museos y más de 4 mil galerías de arte.
En su mayoría, se ofrecen piezas tradicionales chinas, pinturas clásicas en un 66 % y trabajos de arte, incluida cerámica y mobiliario, en un 21%, aunque Wu subraya que hay un grupo activo que compra arte contemporáneo y occidental.
Las subastas siguen siendo la opción preferida por los coleccionistas que quieran vender sus obras, y precisamente estos han jugado un papel importante estableciendo tendencias, gustos y preferencias en el arte, nutriendo nuevos coleccionistas y ampliando el tamaño del mercado en China.
Sin embargo, el informe advierte de que, a corto plazo, las pinturas y obras de arte clásicas -que seguirán dominando el mercado en China- no parecen atractivas para los "milenial" chinos, que apuestan más por el arte contemporáneo occidental promocionado por las galerías "blue-chip" (bien establecidas) y las ferias de arte como TEFAF.