El Presidente de la Comisión de Cultura y Cinematrografía de la Cámara de Diputados aseguró que la investidura de diputado federal lo pone de frente al reto de llevar la cultura a todos los mexicanos, hasta lograr que en el país no existan ciudadanos de primera y de segunda.

“A pesar de trabajar arduamente para alcanzar esa meta, siempre hay y habrá temas que requieren de nuestra atención, como el tema del precio único del libro, y la posibilidad de que mexicanos por naturalización puedan acceder a puestos de dirección”, aseveró.

En ese sentido, el legislador citó el caso de  quien nacido en Gijón, España, el 11 de enero de 1949, a sus 70 años de edad aspira a dirigir el Fondo de Cultura Económica, pero su origen no mexicano marca un impedimento infranqueable hasta hoy.

“No se trata de hacer leyes o reglamentos al vapor o a modo de determinadas personas o grupos, sino de legislar para que todos los ciudadanos mexicanos, sea cual sea su lugar de nacimiento, pero mexicanos al fin, puedan tener oportunidades iguales”.

Sergio Mayer aseguró que para alcanzar los objetivos que se ha trazado, requiere de una profunda labor de cabildeo, y lógicamente, del tiempo suficiente para crear o en su caso perfeccionar las leyes y reglamentos que permitan a todo mexicano iguales oportunidades.

Mayer anotó que su mayor preocupación, hoy en día, es que no se otorgue suficiente apoyo a las expresiones culturales y a los creativos que las generan.

Durante una entrevista con Notimex, el también productor de espectáculos destacó que de igual modo, le preocupa que el acceso al arte y a la cultura esté limitado sobre todo en las comunidades alejadas del país, que son los núcleos sociales que mucho más lo necesitan.

Mayer, diputado federal por el Distrito 6 (Ciudad de México), preside ahora la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados. Desde esa posición dijo que “la cultura debe ser accesible a todos los mexicanos, sin distingos de niveles económicos”.

Sin embargo, trabaja sin tener un diagnóstico sobre grupos y artistas solistas que hay en el país en materia de danza, teatro, canto, artes visuales y escénicas, y otras disciplinas, “porque ese no es tema que a nosotros nos corresponda, sino a la Secretaría de Cultura”.

Explicó que la citada dependencia federal “tiene esa información a través del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)”, sin embargo, añadió de inmediato “de cierta manera conocemos algunos estados, municipios y festivales que hay en el país”.

Mayer subrayó que en este momento está comprometido con el tema legislativo. “Para eso me metí en esto; tengo trabajo, reuniones y compromisos. Estoy en esta actividad porque así lo decidí, y de momento no tengo ni me interesan proyectos artísticos”, dijo.

¿Qué lo movió a ingresar en el quehacer político? “Hacer algo para lograr los cambios que estoy convencido se necesitan en mi país. Deseo trabajar en eso porque México me han dado tantas cosas, que lo menos que puedo hacer es dedicarle mi tiempo y trabajo”.

Para alcanzar esos objetivos se necesita una motivación, un motor que lo impulse. “La motivación la tomo de mis hijos, de mi familia y de México mismo; mi motor es el deseo de que la cultura llegue absolutamente todos los mexicanos”, aseveró.

Rodeado de amigos, admiradores e industriales del país, el diputado federal habló en el marco de su asistencia a la reinauguración del mural “La invención destructiva” que el zacatecano Manuel Felguérez realizó en 1964 a petición del empresario Juan Sánchez Navarro.

El mural es una obra que Felguérez realizó para la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin) hace más de medio siglo. Fue reinaugurada el pasado día 10, tras ser restaurada por un equipo de expertos.

Fue remozado como parte del centenario de esa organización nacida el 13 de septiembre de 1918, y por el cumpleaños 90 del pintor y escultor Manuel Felguérez. Su nombre genérico es “La invención destructiva. La Máquina del Octavo Piso” y hoy luce todo su esplendor.

El Presidente de la Concamin, Francisco Cervantes Díaz, explicó que a poco más de medio siglo, “La invención destructiva” mantiene una importancia capital en la historia del arte mexicano, al ser una pieza representativa de la Generación de la Ruptura a la que pertenece Felguérez.

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