Más Información
En los tres años en que Donald Trump pasó de ser candidato a presidente, el PEN American Center lo ha criticado como un bravucón, un autócrata que propaga el odio y enemigo de la libertad de expresión. Ha publicado estudios, organizado peticiones y establecido un Fondo de Incentivos para la Libertad de Prensa.
Ahora la organización literaria y de derechos humanos, que incluye a miles de autores y periodistas, ha dado un paso más directo: PEN está demandando al presidente.
En una demanda presentada el martes en la corte federal en Manhattan, el centro, también conocido como PEN America, alega que ciertas “medidas oficiales” de Trump han “violado la Primera Enmienda (sobre libertad de expresión) y su juramento de apegarse a la Constitución”. PEN cita como ejemplos reportes de que Trump se entrometió en una propuesta fusión de AT&T y CNN, un blanco frecuente de la ira de Trump (el Departamento de Justicia ha buscado bloquear la fusión).
La demanda también apunta los comentarios de Trump sobre el dueño del Washington Post y fundador de Amazon.com Jeff Bezos. Trump, molesto con la cobertura del Post, ha amenazado con tomar medidas antimonopólicas contra Amazon y sugirió incrementar sus costos de envíos. Según el Post, ha presionado a la directora general de Correos Megan Brennan para que duplique las tarifas. (La semana pasada, el Servicio Postal de Estados Unidos propuso algunos aumentos para el 2019, entre ellos incrementos que afectarían a Amazon. Los costos de envío han sido incrementados varias veces a lo largo de la última década).
"El presidente Trump tiene derechos bajo la Primera Enmienda y es libre de criticar a la prensa vehementemente, pero no es libre de usar el poder y la autoridad del gobierno estadounidense para castigarla y reprimirla", dice la queja.
Una vocera en la Casa Blanca no respondió de inmediato a un email enviado poco antes de que la demanda fuera presentada.
En una entrevista reciente con The Associated Press, la directora ejecutiva de PEN Suzanne Nossel dijo que Trump había ido más allá de una retórica dura — y legalmente protegida — en la que habla de "noticias falsas" y "enemigos del pueblo".
"Existe una preocupación generalizada de que el presidente está de hecho tomando represalias contra los medios por coberturas que considera desfavorables", dijo.
El PEN pide que se le prohíba a Trump "instruir u ordenar a cualquier funcionario, empleado, agencia u otro agente u organismo del gobierno que tome cualquier medida contra cualquier persona o entidad con la intención de tomar represalias, intimidar, o en su defecto limitar el discurso crítico sobre él o su administración".
La organización no busca compensación monetaria más allá de los "costos (legales), incluyendo las cuotas de los abogados" y otra "compensación que la corte considere justa y apropiada".
Trump ha sido demandado miles de veces en las décadas pasadas, y poco antes de asumir la presidente acordó pagar 25 millones de dólares para resolver acusaciones de fraude contra la ahora extinta Universidad de Trump. También ha sido demandado como presidente, incluso en el terreno de la Primera Enmienda.
El mes pasado, un tribunal federal en Cincinnati falló que los manifestantes en un mítin de Trump en marzo de 2016 en Louisville, Kentucky, no podían demandarlo por incitar violencia al no hallar nada incriminatorio en sus declaraciones. A principios de este año, el Instituto Knight por la Primera Enmienda demandó a Trump y su equipo de comunicaciones por bloquear a varias personas en la cuenta de Twitter del presidente. Un juez en la Corte Federal para el Distrito Sur de Nueva York, donde la demanda de PEN fue presentada el martes, dictaminó en mayo que bloquear a críticos en Twitter violaba la Primera Enmienda constitucional.
"No estaríamos presentando esta demanda si no pensáramos que tiene méritos", dijo David A. Schulz, codirector del Media Freedom and Information Access Clinic, un programa en la escuela de derecho de Yale que sirve como asesor junto al grupo independiente sin ánimo de lucro Protect Democracy en la demanda. "Hay mucha evidencia acerca de los motivos del presidente".
Un tema para PEN sería cómo la organización y sus miembros han sido afectados por el presidente Trump. Kristy Parker de Protect Democracy dijo que "los miembros de PEN, especialmente periodistas que cubren temas de actualidad, ciertamente se ven afectados directamente por las medidas vengativas del presidente y sus amenazas creíbles porque son obligados a trabajar en una atmósfera en la que pueden ser castigados por el presidente por lo que dicen".
Nossel agregó que PEN todavía no le está "pidiendo activamente" a Bezos o CNN u otros medios de comunicación que se unan a la demanda.
"Las organizaciones de medios están enfocadas en cubrir las noticias con objetividad y proporcionar la transparencia esencial que es el trabajo de una prensa libre", dijo. "Toda organización debe decidir por sí misma cómo desempeñar su papel lo mejor posible en este ambiente. Las organizaciones mediáticas podrían decidir que enfocarse en el periodismo no significa que las violaciones del presidente no vayan a ser cuestionadas por aquellos afectados por ellas".