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La sepultura de Ricardo III de Inglaterra, encontrada debajo de una plaza de aparcamiento de Leicester (centro de Inglaterra) en 2012, ha recibido hoy el estatus de monumento de protección oficial.
El Gobierno del Reino Unido, asesorado por la agencia de patrimonio gubernamental "Inglaterra histórica", ha hecho esta declaración con el objetivo de preservar su conservación para futuras generaciones.
El ministro de Cultura, Medios de Comunicación y Turismo, John Glenn, dijo hoy que el descubrimiento del esqueleto de Ricardo III fue "un hallazgo arqueológico extraordinario y un momento increíble para la historia de Reino Unido".
"Protegiendo este sitio como monumento catalogado estamos asegurando que los restos de este antiguo convento medieval enterrado bajo Leicester se conserven para las futuras generaciones", añadió.
Tres años más tarde del descubrimiento, el cuerpo del monarca fue enterrado en la Catedral de Leicester, al término de una solemne ceremonia en la que se destacó su papel en la historia británica.
Ricardo III fue el último monarca de la casa de York y murió en la batalla de Bosworth Field (1485) de la Guerra de las Dos Rosas (1455-1485), contra los partidarios de la Casa de Lancaster.
Justo después fue sepultado en la iglesia de Greyfriars, un convento monástico del siglo XIII, el cual se considera que fue derrocado durante el periodo de Enrique VIII.
Sin embargo, a causa de la poca construcción en el área durante los siglos posteriores, el convento permaneció relativamente bien conservado bajo tierra.
Cuando fue descubierto, el sitio dejó de ser una plaza de aparcamiento pero hasta 2016 no se empezaron a organizar visitas, en las que a través de un cristal colocado en el suelo se puede observar el lugar exacto donde fue encontrado el cadáver del rey.
vkc