El Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) llega a 2019 con 4 millones de pesos (mdp) menos en comparación con 2018, año en el que tuvo 46.1 mdp; sin embargo, para su nuevo director, Pedro Salmerón, dicha cifra no representa problema porque se desharán “de cosas inservibles”.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el historiador y académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) señala que en el INEHRM habrá una redistribución de recursos y un proyecto editorial dedicado a la divulgación de la historia.

“Toda la gente a partir de quien esté como jefe de departamento para abajo ganará más de lo que ganaba antes. Respetaremos a toda la estructura y trabajadores de base, se quedarán con nosotros, pero nos desharemos de cosas que no sirven, como medio piso de oficinas, tres automóviles que no necesitamos, gastos de representación que no queremos”, dice Salmerón.

El coautor de Historia breve de la Revolución Mexicana sostiene que al redistribuir los recursos se podrán eliminar departamentos, como el área jurídica del INEHRM, porque, dice, es suficiente con el que tiene la Secretaría de Cultura, organismo federal al que está adscrito el instituto.

“La aparente reducción en la Secretaría de Cultura no es una reducción, es reducción en estos gastos y recanalización a las tareas sustantivas que debe tener la secretaría. Los 42 mdp no importan, con lo que tenemos haremos todo lo que tenemos que hacer. Sí nos alcanza”, señala el autor de La División del Norte, Los falsificadores de la historia y otros extremos y Los carrancistas.

Pedro Salmerón indica que realizó el proceso de entrega-recepción el lunes tres de diciembre, aunque una semana antes ya había tenido contacto con su antecesora, Patricia Galeana. Sobre la gestión anterior, el historiador evita ahondar en lo que llama “una fuga de dinero en el INEHRM”.

“En todo el antiguo régimen hubo desvíos. No voy a ponerme a perseguir a nadie porque no es mi labor. Patricia estaba en un régimen al que le interesaba destruir la historia y no convertirla en el centro del debate. Andrés Manuel López Obrador dice que no perseguirá a nadie, como subordinado del licenciado Andrés Manuel, seguiré esa política también, si hay cosas que perseguir que lo haga la ciudadanía o que se documenten y que vayan por donde deban ir”, enfatiza Salmerón.

El doctor en Historia por la UNAM prefiere hablar sobre las “pilas de trabajo” que tienen por delante, no sin antes dejar claro que dará continuidad a foros y cursos, pero los premios y programas de becas del instituto tendrán una reorientación, así como el proyecto editorial.

“Hay un proyecto de Maestría en docencia de la Historia que no le estaba funcionando a la administración anterior y que será retomado y relanzado. El proyecto editorial sí cambiará drástica y radicalmente, trabajaremos con Paco Ignacio Taibo II en el Fondo de Cultura Económica. Queremos hacer historia de difusión (para la gente) y no de especialistas, la de especialistas corresponde a las universidades, a nosotros nos corresponde difusión, divulgación y debate”.

Para el funcionamiento del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, el funcionario trabaja en un proyecto que realiza en compañía de quienes formarán parte de su equipo: Felipe Ávila Espinosa, director general adjunto que estará encargado del área de Investigación Histórica; y Gabriela Cantú Westendarp, encargada de Difusión, divulgación y organización.

“Cambiará toda la estructura del INEHRM, tendré dos directores generales adjuntos, menos que en la administración anterior, que contaba con tres. Además bajaré mi salario en 40% en comparación con lo percibido por la anterior directora. En la Secretaría de Cultura hay un montón de gastos innecesarios de los cuales vamos a prescindir para canalizar ese gasto a difusión y creación de cultura. Tampoco tendré auto ni chofer ni gastos de representación, prefiero no decir cómo quedará mi salario, porque en este país todavía hay muchos secuestros”, dice.

El proyecto. El escritor Pedro Salmerón confiesa que el INEHRM no le es una institución ajena, pues trabajó ahí de 2002 a 2007 bajo la dirección del historiador Javier Garciadiego; sin embargo, ahora regresa como titular de un organismo en el que aún queda trabajo por hacer, sobre todo al analizar la administración anterior.

“Patricia Galeana hizo una gran labor pero en un gobierno al que no le interesaba la historia y con un Presidente con una política general de la destrucción de la historia... entonces la doctora Galeana estaba con un pequeño equipo, aislada, haciendo lo que podía. La diferencia es que la historia, en el nuevo gobierno, ocupa un lugar central. Nuestra misión central es recordar que la historia es nuestra columna vertebral, hacer de la historia parte central en la construcción de cultura cívica, cultura política y ciudadanía”, sostiene.

El historiador explica que la construcción de ciudadanía y de cultura política se dará a partir de la educación en historia, porque, dice, es la única manera de entender los problemas. Por ello trabajarán con la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, el FCE y la SEP.

“Con la difusión del conocimiento histórico apuntalaremos el proyecto de cultura para la paz, proyecto que regirá a la Secretaría de Cultura, para que a través de la cultura sea reconstruido el tejido social comunitario que ha sido destruido por el neoliberalismo, y a través de la reconstrucción del tejido social comunitario ir poniendo coto a la violencia, a la guerra, a la marginación”, señala el director.

Confiesa que aún no tiene completo a su equipo de trabajo, pero adelanta que habrá historiadores, divulgadores y especialistas en enseñanza de historia para niños, pues piensa realizar publicaciones como cómics sobre historia.

“Faltan muchas cosas por hacer, Raúl González y Rafael Hernández, colaboradores de Patricia Galeana, continuarán y trabajarán en el programa de Memoria Histórica, coordinado por Eduardo Villegas, quien aún no tiene oficina. Los avances que hay con la Coordinación están en el diseño de la política”, indica.

El funcionario enfatiza que en su proyecto podrán estar todas las formas de pensamiento sobre la historia, pero con la condición de que sean ideas fundamentadas, incluso de aquellos con los que se ha peleado.

“Eso no implica que deje de defender mi posición, pero lo haré como historiador, no como director del instituto. Quienes creen que llegamos a imponer nuestra visión, se llevarán un chasco porque el ratón cree que todos son de su condición, pero no es el caso”, sentencia.

Adelanta que no dejará de dar clases en el ITAM ni de publicar en Editorial Planeta, pues “publicarme a mí mismo sería una majadería, ni le pediré a Taibo que me publique”.

Entre los proyectos que Pedro Salmerón ya trabaja está la conmemoración por los 250 años del natalicio de Ignacio Allende, el centenario luctuoso de Emiliano Zapata y los 500 años de la llegada de los españoles a nuestro país.

No vamos a satanizar a nadie, vamos a reflexionar, que cada quien haga lo que quiera y enaltezca a quien quiera”, concluye Salmerón.

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