La osamenta de una persona que probablemente vivió en la Joya de Cerén fue descubierta durante unos trabajos de protección que se realizan en ese sitio arqueológico de El Salvador, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993, informó hoy el Gobierno.
"Esta es la primera vez en más de cuarenta años de investigación que se descubren restos humanos en Joya de Cerén", indicó este jueves el Ministerio de Cultura de El Salvador en una declaración pública.
Precisó que "la osamenta, descubierta junto a una navaja de obsidiana, está en mal estado de conservación", y añadió que también fueron encontradas "huellas humanas y surcos de cultivo" durante la realización de obras de protección.
Joya de Cerén es un asentamiento humano que data del período clásico, entre los años 300 y 950 d. C., que se conservó tras ser soterrado por una erupción del volcán Laguna Caldera y es denominado "la Pompeya de América".
La arqueóloga Michelle Toledo detalló en la misiva oficial que "hace unos días se identificó una fosa que contenía restos orgánicos y óseos, se realizó la limpieza y se determinó que era un entierro de una persona que probablemente habitó la aldea, pero que no murió a causa de la erupción".
La experta explicó que se localizaron "huesos largos" y que posiblemente es un entierro es del periodo clásico tardío (600-900 d. C.), porque "dentro de la fosa hay material de tierra blanca joven, producto de la erupción", y los restos pertenecen a un habitante de la aldea maya.
"A lo mejor este entierro se encontraba por debajo de alguna estructura que fue removida por el tractor", cuando empleados del extinto Instituto Regulador de Abastecimientos (IRA) descubrieron el sitio en 1976 al realizar obras de construcción.
El Gobierno salvadoreño realiza obras para proteger las estructuras de la Joya de Cerén con una inversión un millón 340 mil dólares, de los que 900 mil dólares fueron aportados por Francia y 440 mil por El Salvador.