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Palenque.— Un mascarón de estuco que representó al gobernante maya Pakal El Grande fue hallado durante las actividades de conservación en la zona arqueológica de Palenque por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El equipo, liderado por el director del proyecto Palenque, Arnoldo González, descubrió esta escultura entre un depósito ritual de cerámica, fauna acuática y minerales en la Casa E del conjunto arquitectónico El Palacio.
El descubrimiento se registró durante las labores de conservación encaminadas a entender la acumulación de agua en el patio este de la Casa E. “La primera exploración se hizo para buscar el desplante de la construcción y los registros usados por los mayas para drenar el agua del inmueble, sin embargo encontramos que los canales originales no desalojaban el agua sino que la concentraban en el patio”, explicó González.
En estos vestigios, de lo que podría ser un estanque, encontraron la escultura modelada en estuco que mide 25 centímetros y presenta rasgos faciales que, de acuerdo a los especialistas, podría simbolizar al gobernante maya “K'inich Janaab” Pakal en su etapa de vejez. El mascarón data de la fase Murciélagos, en el Clásico Tardío de esta cultura (684 – 720 d.C).
“La mayor representación que se tiene de Pakal es de su juventud. Es la primera vez que identificamos un retrato de él en edad avanzada; los pliegues en las mejillas, la protuberancia vocal al igual que en el arco de sus cejas, fueron rasgos de la escultura que nos ayudaron a determinar la edad”, comentó el arqueólogo Constantino Armendáriz, quién también participa en el proyecto.
La máscara fue parte de una ofrenda ritual que incluía tiestos cerámicos, fragmentos de jadeíta, sílex, concha nácar, obsidiana, figurillas que representan a animales y numerosos huesos de tortugas, róbalos, mojarras, tenazas de cangrejo, aves pequeñas y caracoles. “El depósito ritual reveló una gran cantidad de materiales, tantos que aún continuamos en el proceso de clasificación”, dijo González.
Las ofrendas, señaló el director del proyecto, se realizaban por una renovación arquitectónica o la construcción de una nueva edificación. En este caso, fue por una renovación.
También, en la Casa C de este conjunto arquitectónico, identificaron una nariguera de uso ornamental, hecha de hueso humano. Aunque no se le relaciona a Pakal, coincide con su época del Clásico Tardío. “No conozco una nariguera de este tipo ni en área maya, ni en Mesoamérica; es única”, afirmó Arnoldo González.
“Cuando se realizan trabajos de conservación arquitectónica no sólo nos ocupamos del exterior, también nos interesa conocer los sistemas constructivos del edificio”, dijo el líder del proyecto.
Bajo este enfoque, los investigadores localizaron el acceso a una subestructura en el edificio denominado como Casa C, dentro de este espacio de aproximadamente 18 metros de largo, que habría buscado simbolizar el inframundo. “No es un caso único, también hemos identificado está tendencia en el Templo de la Reina Roja que tiene este tipo de sistemas arquitectónicos pero nadie esperaba que lo tuviéramos en El Palacio. Por ahora, no hay indicios de la existencia de alguna tumba en esta subestructura”, señaló Arnoldo González.
Estas actividades efectuadas en la zona de Palenque, iniciaron el pasado mes de mayo después de que se anunciara, en diciembre de 2017, la elección de este sitio arqueológico como beneficiario del Fondo de Embajadores del Departamento de Estado para la Preservación Cultural, promovido por el INAH y la Embajada de Estados Unidos, dotado de 500 mil dólares.
“Nuestra meta es cerrar el ciclo de conservación y no sólo dar a los elementos constructivos de El Palacio solidez y resistencia al intemperismo, sino incluso devolverles su función original”, enfatizó el líder de Proyecto Palenque.
El proyecto arqueológico de Palenque abarcará tres años, inició en enero de 2018 y culminará en diciembre de 2021. Prevén que su próxima línea de trabajo sea atender las Casas B y D de El Palacio.