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La pretensión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de que España pida perdón por la Conquista y la Colonia es considerada anacrónica, "patética", insensata, alimenta el "presentismo" y supone una distracción de sus problemas internos, en opinión de varios historiadores consultados por EFE.
El Presidente reveló el lunes que había escrito una carta al rey Felipe VI instándole a hacer una "revisión histórica" y a pedir disculpas por los "agravios" durante la Conquista y la Colonia para avanzar hacia la reconciliación entre ambos países, solicitud que el Gobierno español rechazó "con toda firmeza" ese mismo día.
En Buenos Aires, el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, garantizó este martes que España no va a presentar a México las "extemporáneas" disculpas que pide López Obrador.
"Obviamente, no vamos a presentar esas extemporáneas disculpas que se piden (...) Parece un poco raro que en este momento se planteen peticiones de disculpas sobre acontecimientos ocurridos hace 500 años", dijo Borrell que acompaña a los reyes de España en un viaje oficial a Argentina.
Manuel Lucena Giraldo, investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el grupo de Estudios Comparados del Caribe y Mundo Atlántico, consideró "patético" que el presidente de México recupere "el nacionalismo indigenista de la revolución mexicana en el siglo XIX".
"La Conquista la hicieron los indígenas que no eran aztecas. Los españoles eran cuatro gatos, 600 frente a 150.000 habitantes, y Tenochtitlan fue tomada con ayuda de los tlaxcaltecas, la infantería de la conquista. A quien tiene que preguntar (López Obrador) es a sus propios nacionales indígenas", opina.
Recuerda también que la Corona española recompensó a quienes colaboraron en la conquista con la exención de impuestos hasta 1821, es decir hasta la independencia de México, que, a su juicio,"es cuando empieza la tragedia de los indígenas".
La llamada Conquista "es, primero de todo, una conquista de unos indígenas sobre otros".
"Esto, que no tiene ni pies ni cabeza, sale ahora porque López Obrador está empezando a tener mucha contestación en su país", subrayó.
En este mismo sentido, el secretario de la Academia de Historia, Feliciano Barrios, en posesión de la mayor condecoración del Estado mexicano, el Águila Azteca, recuerda que en cada época se actúa frente a unos planteamientos morales y éticos, por lo que considera que hay que huir del "presentismo" y se pregunta dónde podría acabar "una cadena de perdones históricos".
La iniciativa de López Obrador, afirma, "enrarece" las relaciones entre ambos países y además "hay que recordar que fueron los españoles los que denunciaron los abusos, algo que no se ha producido en ningún otro proceso colonizador. Tenemos que estar del brazo de México, no pidiéndonos perdón".
La profesora de Historia de América de la Universidad de Valladolid, María Carmen Martínez, coincide en que los hechos del siglo XVI hay que valorarlos en el siglo XVI, y que a Hernán Cortés (1485-1547) y sus hombres hay que explicarlos en su contexto y en su época.
"No pedimos a los romanos que tengan una actitud respecto a la romanización" de España, explicó como ejemplo.
Más allá de "grandes titulares" hay que "tener la serenidad de leer los acontecimientos históricos desde la perspectiva histórica", agregó.
López Obrador, según el hispanista e historiador británico Henry Kamen (1936), "no sabe mucho de la Historia de su propio país" y "está pidiendo cosas que no son reales para los historiadores".
"Siempre hay explotaciones y muertes: eso, es cierto, es incuestionable. Pero, después de 500 años, pedir que otras autoridades, en otro contexto, opinen y acepten la responsabilidad de sus compatriotas no tiene sentido", añade Kamen.