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La nueva escultura del artista estadounidense Michael Rakowitz, inaugurada hoy en la céntrica plaza de Trafalgar, en Londres, recrea una deidad protectora destruida en Irak por el Estado Islámico (EI).
La obra recrea a Lamassu, un toro alado que custodiaba la Puerta Nergal de Nínive, en la actual Mosul, que databa del año 700 a.C. y que fue destruida por los terroristas en 2015, junto a otras piezas del museo de la ciudad.
Rakowitz ha construido su Lamassu con 10 mil 500 latas vacías de sirope de dátiles traídas de Irak, símbolo de una renombrada industria del país que fue diezmada por la guerra.
Foto: AFP / Tolga Akmen
"Desvelamos este trabajo en la plaza de Trafalgar en un momento donde somos testigos de una migración masiva de gente de Irak y Siria. Veo este trabajo como un fantasma del original y como un emblema para todas aquellas vidas que no pueden ser reconstruidas, que todavía están buscando un refugio", indicó el artista en el acto de inauguración.
"El enemigo invisible no debería existir" es el nombre de la pieza, que se enmarca dentro de un proyecto creativo que el estadounidense inició en 2006, donde trata de rehacer más de 7 mil piezas arqueológicas saqueadas o dañadas en el país desde la guerra.
La pieza de Rakowitz se expondrá en el céntrico enclave de la ciudad inglesa durante los próximos dos años, dentro de la iniciativa cultural bianual "Programa Cuarto Plinto" iniciada en 1998, que pretende involucrar a la ciudadanía en el debate sobre el arte contemporáneo en los espacios públicos y que expone selectas esculturas en el cuarto plinto de la plaza.