Siete meses después del fuego que arrasó la cubierta y la aguja de la catedral de Notre Dame de París, y mientras las obras se desarrollan con lentitud, un equipo de investigadores desarrolla en paralelo una reconstrucción digital de la joya gótica.
Los científicos, capitaneados por Livio de Luca, director de investigación del Centro Nacional para la Investigación Científica francés (CNRS), trabajan en la creación de un "doble digital" de la catedral.
Hasta ahora, la tecnología de conversión 3D aplicada al patrimonio se centraba en representar edificios, mientras que la ambición de este proyecto es "reunir en una misma plataforma varios modelos que describen todas las transformaciones por las que ha pasado la catedral a lo largo de su vida", explicó De Luca a Efe.
Las tecnologías 3D permitieron digitalizar la catedral en los años anteriores al incendio, informaciones muy valiosas hoy para la reconstrucción de las partes destruidas.
No obstante, no toda la catedral fue registrada, y en ello trabaja el equipo de De Luca, reconstruyendo todas las partes a partir de indicios, datos e imágenes: "Es como una investigación", contó.
La digitalización se está realizando con un nivel imponente de detalles gracias a colecciones fotográficas, imágenes de escaneo láser en 3D o tomadas con dron, creando una interfaz a la manera de Google Earth.
Cuando termine el proyecto será además accesible a los usuarios, que tendrán acceso al historial del monumento, pudiendo explorar todos sus rincones en cualquier momento de su historia.
La última y más completa cartografía fue realizada en 2014 por la empresa "Art Graphique et Patrimoine", que capturó en 3D mediante 50 mil millones de puntos la estructura de la catedral y hoy trabaja con el equipo de De Luca.
Todos los datos relativos a los materiales como las piedras o los metales se encuentran así dentro de una estructura que permite a los diferentes equipos de trabajo colaborar e intercambiar datos en una obra tan monumental como es la reconstrucción de Notre Dame.
El proyecto, que comenzó justo antes de verano, se encuentra todavía en una fase muy temprana, que culminará esta semana y que describe "el estado sanitario de la catedral en tres dimensiones".
Según De Luca, la ambición es producir recursos valiosos para los arquitectos que trabajan en la reconstrucción a medida que avancen las obras, aunque a largo plazo pretenden "inmortalizar la restauración en el espacio y en el tiempo".
Mediante algoritmos y procedimientos relativos a la fotogrametría (tecnología que permite restaurar escenas tridimensionales a partir de simples fotografías), el equipo de profesionales trabaja ahora en la reconstrucción digital de la estructura de la catedral, método por el cual ya han reproducido las bóvedas.
Pese al trabajo científico y tecnológico de los últimos años, De Luca considera que se trata de un proyecto histórico y que servirá de modelo para futuras reconstrucciones de patrimonio dañado: "Nos enfrentamos a un reto colectivo, es una obra colosal y hay una movilización de investigadores muy potente alrededor de un mismo objetivo".
nrv