La editorial de la controvertida novela de Jeanine Cummins “American Dirt" canceló el resto de la gira promocional del libro argumentando temores sobre la seguridad de la autora.
La novela sobre una madre mexicana y su hijo pequeño, quienes escapan hacia la frontera de Estados Unidos por la violencia del narco había sido elogiada ampliamente antes de su publicación el 21 de enero y fue seleccionada por Oprah Winfrey para su libro club. Pero después de que comenzara a circular varios autores mexico-estadounidenses la han por sus imprecisiones culturales y retratos estereotípicos de los mexicanos. Cummins es de ascendencia irlandesa y puertorriqueña.
"Jeanine Cummins pasó cinco años de su vida escribiendo este libro con la intención de poner luz sobre las tragedias que enfrentan los inmigrantes”, dijo el miércoles Bob Miller, presidente y editor de Flatiron Books, en un comunicado. “Nos entristece que una obra de ficción que era bienintencionada halla llevado a tal rencor corrosivo”.
“Desafortunadamente nuestras dudas acerca de la seguridad nos han llevado a la difícil decisión de cancelar la gira del libro”.
¿Por qué "American Dirt" es polémico?
“American Dirt” de Jeanine Cummins, una de las novelas más esperadas y polémicas del año, es el nuevo libro seleccionado por Oprah Winfrey para su club de lectores.
El libro, publicado el martes, sigue a la dueña de una librería en Acapulco, México, que pierde a gran parte de su familia a manos de un cártel de la droga y huye al norte en un aterrador viaje con su hijo de 8 años. Ha sido aclamado por muchos pero también criticado por reforzar “estereotipos mexicanos rancios” y por un lenguaje forzado que evidencia que es la obra de una forastera.
Fue adquirida por Flatiron Books en 2018 con un contrato millonario y ha sido comentada en el mundo literario desde entonces. Ha aparecido en numerosas listas de libros que hay que leer en 2020, se posicionó entre los 20 más vendidos de Amazon previo a su publicación, y ha sido elogiada por escritores como John Grisham, Stephen King y las latinas estadounidenses Erika Sánchez y Sandra Cisneros.
Cummins, habló recientemente con la AP, dijo que la primera vez que pensó escribir el libro fue en 2013, inspirada por varias razones. Su esposo emigró de Irlanda y ella recordó los muchos años que le tomó conseguir su permiso de residencia, y la ansiedad, antes de que se casaran, ante el temor de que fuera deportado. También estaba conmovida por lo que consideraba una cobertura sensacionalista de la inmigración, y, más indirectamente, por su dolor por una tragedia de 1991, cuando dos primas suyas fueron violadas y obligadas a saltar de un puente a sus muertes.
“Tantas historias se centran en hombres violentos e historias machistas violentas sobre personas que cometen atrocidades”, dijo. “Mi esperanza era mostrar la narrativa en un nuevo marco, desde el punto de vista de las personas en el otro lado de la violencia”.
Cummins, que tiene antepasados irlandeses y puertorriqueños, dijo que pasó mucho tiempo en México y conoció a muchas personas a ambos lados de la frontera. Su novela ha planteado interrogantes, sin embargo, sobre si ella, que no es mexicana ni inmigrante, era apta para contar esta historia. La propia Cummins ha expresado sus dudas. En el epílogo del libro, escribió: “Deseaba que alguien un poco más moreno que yo lo hubiera escrito". Y entonces agregó que quizás ella podía servir como un puente. “Pensé, ‘si tú eres la persona que tiene la capacidad de ser un puente, ¿por qué no ser un puente?'”, escribió Cummins.