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El Monterrey y los Tigres llegan igual de obligados a levantar el título de la Liga de Campeones de la Concacaf, pero por diferentes razones.
Los Rayados son los locales, tienen la ventaja de un gol en el marcador global y juegan una final más en su novedoso estadio.
El Monterrey suma tres finales perdidas, dos de Liga MX (frente Pachuca y Tigres) y una de Copa MX (Cruz Azul). El único laurel que han levantado en su cancha fue la Copa del Apertura 2017 sobre los Tuzos del Pachuca.
En el lado de Tigres, la obligación viene de levantar el trofeo que les falta en esta década. Desde que llegó Ricardo Ferretti, en 2010, los felinos han ganado cuatro Ligas MX, una Copa y tres Campeón de Campeones. El club ha sido el más ganador de la década, pero el laurel internacional les hace falta para cerrar el ciclo de 10 años.
El Tuca se quedó muy cerca de ganar la Concachampions, pero sucumbió en la final frente al propio Diego Alonso en Pachuca.