El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, defendió hoy la elección del estadio Santiago Bernabéu de Madrid para disputar la final de la Copa Libertadores entre los equipos argentinos Boca Juniors y River Plate, decisión impugnada por este último club deportivo.

En una inesperada rueda de prensa, Infantino aseguró que la única manera de concluir con el torneo continental es que se juegue en España, luego de los episodios de violencia que obligaron a suspender el partido el 24 de noviembre pasado.

"Tenemos que condenar lo que pasó, tenemos que aprender lecciones de estas acciones y asegurarnos de que esto genere un antes y un después, y que no vuelva a ocurrir nunca más", dijo.

También aclaró que, si bien la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) apoyó el cambio de sede, la decisión correspondió por completo a la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol).

“En el futbol hay un problema de violencia que tenemos que erradicar", afirmó Infantino, tras lamentar que el autobús que trasladaba a los jugadores de Boca Juniorshaya sido apedreado el sábado pasado por fanáticos de River Plate.

Ese día, ante la agresión, los policías que custodiaban el vehículo respondieron con gases lacrimógenos que terminaron afectando a varios futbolistas, por lo que el club Boca Juniors denunció que no estaba en igualdad de condiciones para disputar la corona contra River.

Desde entonces, la final de la Copa Libertadores entró en una escandalosa espiral en la que cada día se escribe un nuevo capítulo, ya que Boca quería que la Conmebol lo declarara como campeón del torneo sin jugar ya ningún otro partido, como medida de sanción contra River.

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