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El West Ham es mejor sin Chicharito

Con Javier Hernández de inicio, el equipo suma 28.2% de puntos; sin él, 48.2%

Javier Hernández es, hasta el momento, una mala inversión para el club (GETTY IMAGES)
02/02/2018 |08:30
EL UNIVERSAL San Luis Potosí
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En México, a David Moyes se le ha satanizado por carecer de confianza en Javier Hernández.

Pero el técnico escocés tiene la razón. Al West Ham United le va mejor si el Chicharito va al banco de suplentes, no juega por estar lesionado o decisión técnica.

Cuando el seleccionado mexicano arranca en duelos de la Premier League inglesa, los Hammers tienen28.2% de efectividad. Es decir, han obtenido 11 de 39 puntos posibles en 13 encuentros.

Si Hernández entra como revulsivo, o se encuentra inactivo, el conjunto londinense ha logrado sumar 16 de 33 puntos en 11 encuentros (48.2% de efectividad].

Al inicio de la temporada 2017-18, el técnico del West Ham era el croata Slaven Bilic. Entrenador que confió en Chicharito, aunque lo colocó en la banda izquierda del ataque.

La gestión de Bilic dejó al equipo en el sitio 18 de la tabla de posiciones. Situación que obligó a la dirigencia del club a cesarlo, porque el descenso parecía una condena ineludible.

En su lugar, acudió Moyes. Debutó en el banquillo iron en la jornada 12 y coincidió con una lesión en el tendón de la corva de Chicharito.

Con el escocés vino el repunte del West Ham en laPremier League y la disminución en la actividad del máximo anotador en la historia de la Selección Mexicana.

El actual estratrega hammer logró rescatar al club púrpura y lo tiene en el lugar 12 de la liga inglesa. Sin embargo, Chicharito sólo ha visto actividad en 256 de 900 minutos disponibles y suma una anotación desde el cambio de entrenador.

Debido a la escasa participación, el atacante mexicano contempló fichar por otra escuadra durante el mercado de pases que cerró anteayer.

En Europa circuló la versión de que el Besiktas de Turquía sería su destino. No se concretó esa tranferencia, ni ninguna otra. Se quedó en Londres para pelear por un puesto en pleno año mundialista, con el riesgo de estar más tiempo en la banca que en el terreno de juego.