Día Mundial del autismo y el deporte no puede estar ajeno a esta condición. Hay atletas que han sido diagnosticados de esta forma, pero han sido exitosos como Michael Phelps.

El mejor nadador de todos los tiempos en su infancia padeció TDHA (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), tipo de autismo que no permite a los niños concentrarse.

"Simplemente no me podía quedar quieto, se me hacía difícil enfocarme en una cosa a la vez”, recuerda Phelps sobre su infancia.

La natación fue su mejor tratamiento, y de ahí nació un atleta. “Una vez que descubrí cómo nadar, me sentí muy libre. Podía nadar rápido en la piscina, en parte porque al estar dentro de la piscina mi mente se calmaba. En el agua me sentí en control por primera vez”.

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