En Grandes Ligas existen muchas reglas no escritas de lo que se puede o no se puede hacer dentro de un clubhouse. Pero también existen muchas sí escritas como la que prohíbe al personal del equipo local de pedir autógrafos a los jugadores.
Eso no importó a un par de oficiales de la unidad local de Phoenix, que ingresaron al vestidor de los Yankees que visitaron Phoenix para disputar dos encuentros contra los Diamondbacks.
La mañana del miércoles, los policías no perdieron la oportunidad de sacar una pelota y un plumón y solicitarle a CC. Sabathia su firma en un par de pelotas. La noche anterior, el pitcher zurdo de los Yankees alcanzó los 3 mil ponches, una cifra que en toda la historia de Grandes Ligas, sólo 16 serpentineros lograron antes que él.
“Soy un gran fan", dijo uno de los oficiales que entraron a inspeccionar –algo de rutina--- el clubhouse de Chase Field, mientras sacaba una pelota nueva y el marcador de su bolsillo. Sabathia aceptó.
Un minuto después, el shortstop de los Yankees, Gleyber Torres, caminaba cerca de Sabathia, y también fue detenido para un autógrafo. Fue entonces cuando se acercó personal de los Yankees y reprimió a los oficiales, sacándolos del vestidor.
"La Oficina del Sheriff del Condado de Maricopa no aprueba ni tolera acciones que carezcan del profesionalismo como ocurrió en este caso. Los agentes involucrados ya no trabajarán en el estadio. MCSO emitirá disculpas por escrito a las organizaciones de los Yankees y Diamondbacks.
Estos equipos y nuestra comunidad en general, esperamos que actuemos con discreción y profesionalismo mientras brindamos servicios de seguridad pública en Chase Field, y trabajaremos para garantizar que ese sea el caso en el futuro ", dijo el sheriff Paul Penzone. Las pelotas fueron devueltas a los Yankees.