Jesús Gallardo está listo para afrontar nuevos retos, como defender la camiseta de los Rayados. Pero antes de que mire hacia su nueva casa, al norte del país, el volante ya piensa en la Copa del Mundo de Rusia 2018 y lo afortunado que es por vivirlo.
“Es un sueño que tengo desde niño, siempre pensé en que lo quería cumplir y estoy muy ilusionado”, dijo Gallardo en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes.
Sobre lo que representa ser uno de los elegidos del seleccionador Juan Carlos Osorio, a reserva del anuncio de la lista definitiva, el nacido en Cárdenas, Tabasco, consideró que es “un honor” y una enorme responsabilidad.
“Con ilusión lo pienso, creo que es un gran honor, además lo veo como una enorme responsabilidad, porque no sólo es el llamado por lo que haces en tu club, uno está en la lista por el trabajo del día a día [en las convocatorias]”.
Y parte del orgullo que siente el volante tricolor es por su cariño a los Pumas, equipo que lo lanzó al profesionalismo, además de la tradición que tuvo Universidad por dar importantes talentos a la Selección Mexicana.
“No habíamos tenido seleccionados para Mundial en un buen rato, estoy muy contento por estar en la Selección. Creo que hay varios que podrían estar, porque en Pumas hay jugadores de calidad”, expresó el ahora ex felino.
Gallardo, de 23 años de edad y con 18 partidos con la casaca del Tricolor, también se mostró a la completa disposición de Osorio.
Incluso, defiende las polémicas rotaciones, pese a que el colombiano suele colocarlo de lateral, cuando su brillo es como volante.
“Son criticadas y son válidos los diversos puntos de vista, como de la prensa y sus análisis. Pero, creo que las rotaciones son buenas, ayuda a que el Profe conozca tu capacidad, de las rotaciones puede saber todo lo que tienes, por eso creo que son otros puntos de vista y se respetan.
“No tengo problema [con las rotaciones], estoy cómodo por el simple hecho de defender a mi país, es algo que haré cada que pueda con todo el orgullo y amor que tengo”.
El nuevo jugador de los Rayados de Monterrey también recordó sus inicios para alcanzar el profesionalismo. Estar lejos de casa, de su familia, fue el sacrificio más fuerte.
“Era difícil, porque soy muy apegado a mi familia, los primeros meses lloraba mucho, porque nunca había salido de Tabasco, tenía 18 años y fue complicado, pero la verdad es que siempre se quiere salir adelante, esa mentalidad me mantuvo adelante”, confesó tímido, pero alegre.
Para fortuna de Gallardo, es difícil pensar en lo que hubiera sido en lugar de futbolista. “Posiblemente estaría haciendo algo que tuviera que ver con el diseño gráfico”.
Pero no, el destino lo llevó a ser uno de los incondicionales del estratega Juan Carlos Osorio para el Rusia 2018, donde ampliará su historia ante los ojos del resto del mundo, porque ya empieza a ilusionarse con jugar en Europa. El sueño está latente.