Puto, una palabra que para algunos tiene varios significados. Para unos es un “hombre homosexual”. Para otros, es un indicativo de “fastidio, de molestia, algo complicado, desagradable o despreciable”.
Para la gente homosexual “esta palabra es muchas veces la última que escuchan, cuando son golpeados, humillados o asesinados”.
Por eso es tan importante tomar en serio lo que para otros es un juego o aseguran que es parte del folclor mexicano, y más ahora que la Selección Nacional vuelve a tocar suelo mexicano. El partido de esta noche ante Trinidad y Tobago a celebrarse en el estadio Nemesio Díez de Toluca, será una buena prueba para saber si el público mexicano está consciente de que además de los castigos deportivos, hay un concepto social.
Geraldina González de la Vega, presidenta del Consejo para prevenir y eliminar la discriminación en la Ciudad de México, en entrevista para EL UNIVERSAL Deportes, afirma que las sanciones que cuelgan sobre la Liga MX y la Federación Mexicana de Futbol por estas manifestaciones discriminatorias, pueden ser tomadas como pretexto “para comenzar una buena campaña y se cambie ese grito por otras expresiones, porque el mexicano es muy creativo, no puede quedarse sólo con eso”.
El Copred “no es un órgano que pueda sancionar a nadie, pero sí tenemos la competencia para hacer un llamado, y ahora lo hacemos a la afición, porque este grito en todas sus acepciones denota un entendido de que la orientación sexual, homosexual, es inferior, es subordinada, es menos valiosa e implica ser un perdedor. Es atinado que la FMF haya tomado esta determinación de atacar esto, junto con la FIFA”, señaló.
Durante varios años la FMF se defendió de las multas o llamadas de atención de parte de la FIFA, aludiendo que la palabra puto tiene varios significados, que al final es parte del folclor nacional, pero sólo retrasó lo inevitable, y también, “fue una manera de engañarnos. El juego de la afición mexicana va por el tema sexual contra los rivales. He ido a ver a la Selección Nacional Mexicana y ese es su juego. Cuando decimos que no es ese el contexto, que es otro, pues ¿cuál es? Al final lo que queremos decirle al contrincante es que es un homosexual y va perder, porque nuestro equipo es mucho más hombre, más valioso y va a ganar; decir que es parte de la cultura mexicana, y eso puede ser, no quiere decir que esté bien, y no quiere decir que tengamos el derecho a humillar al contrincante de esa forma y segundo, humillar a todas las personas homosexuales”.
No es sólo una palabra, para muchos puede ser un obituario. “Algo que impresiona mucho es que esta palabra es muchas veces la última que escucha una persona homosexual cuando es golpeada, humillada o asesinada. Hay que tomarnos en serio los discursos y ser honestos y honestas con nosotros mismo. Es auto engañarse escudarse en el folclor”.
Quizá la estrategia inicial utilizada por la FMF falló, porque al momento de prohibir, lo único que provocó fue que “la afición se molestara y gritara más de lo que ya gritaban… Lo tomamos como a reto. Nos quieren censurar, pues ahora vamos a gritar más. Ahora vamos a gritar hasta en el saque de banda. Hubo una especie de escalada de regreso de parte de la afición y hay que asumir la responsabilidad. Si queremos sociedad igualitarias, si queremos ciudades en donde todos tengamos cabida, hay que asumir que hay discursos que no se puede tolerar. Pero podemos cambiar, la ola no ofendía a nadie”.
Pero llegó la cero tolerancia, si este grito o las manifestaciones de discriminación se presentan en los estadios, habrá sanciones que pueden provocar que la Selección Mexicana no participe en la próxima Copa del Mundo.
Es momento de actuar: “Una buena campaña sería concientizar que este tipo de insultos legitimizan el uso de la violencia. No se trata de lavar la boca con jabón, sino decir que ese grito no es divertido. Nunca es tarde para trabajar en un cambio cultural. Siempre es el momento adecuado. Que si debió ser hace algunos años… quizá, pero el hubiera no existe, y en este momento de coyuntura, como afición hay que ponernos las pilas y cambiar la mentalidad e inventar otro tipo de porras y cambiar la cultura de la discriminación”.