Morristown, Nueva Jersey.— El 2 de julio de 2018 fue la más reciente ocasión en que Héctor Herrera vistió la casaca de la Selección.
Han pasado varias cosas en ese lapso y se han acumulado otras de tiempo atrás.
A todas éstas el ahora volante del Atlético de Madrid tiene respuestas: ¿Qué pasó en aquella fiesta de despedida previo al viaje a Rusia?, ¿qué tan cierto es que no quería regresar al Tricolor?, ¿le dolió no estar en la Copa Oro?
'HH' responde a todo y más en entrevista realizada por David Medrano y Carlos Guerrero para Azteca Deportes.
Más, ¿por qué tardar tanto tiempo en volver al Tricolor? Eso suscitó que las especulaciones volaran a su alrededor.
“Cuando tomé la decisión no lo hice sin consentimiento. Vi todos los escenarios posibles. Platiqué con mi representante, con mi esposa. Sabía que era una decisión en la que podía correr riesgos, como hacerlos enojar o que ya no me llamaran, estaba consciente del riesgo y se lo expresé al profe [Gerardo Martino], espero que lo haya tomado de la mejor manera, fui sincero con él”.
Fue más de un año lejos: “En un principio fue por la rotación, estaban viendo jugadores y dos veces fue por decisión propia: Lo de mi pasaporte y por decidir mi futuro. Por eso no hice acto de presencia en la Copa Oro, y me dolió, pero esa fue la verdadera razón”.
Fueron meses duros los que vivió Herrera antes de la Copa del Mundo de Rusia, tanto que estuvo a punto de bajarse del barco: “Llegué a pensar en no estar más, esto pasó antes del Mundial y después del torneo quería aclarar mi situación personal”.
Todo por esa famosa fiesta de despedida, debido a lo cual tuvo que ir a aclarar puntos con su esposa en un momento muy complicado para el grupo. En Copenhague, Dinamarca, abandonó la concentración: “Me salí. Le dije claramente a [Juan Carlos] Osorio: ‘Profe si usted no me deja ir a mi casa, me voy porque lo más importante del mundo para mí es mi familia’, me apoyó y todo se arregló”.
Pero esa fiesta, esa bendita fiesta, lo marcó y no niega que a la larga le traerá consecuencias: “Siempre me hago responsable de lo que hago, y estoy consciente de lo que hice. Tuve el valor de afrontar el problema con mi pareja; mi conciencia estaba tranquila, por eso pude enfrentar todo lo que pasó y no darle vuelta”.
Todo eso lo ventiló la prensa, y lo entiende: “La prensa es la prensa y hay que respetarla, pero también tienen que respetar tu trabajo. Eso me generó una mala imagen y en un futuro voy a tenerle que explicar a mi hijo todo”.