Después de los primeros 90 minutos de las semifinales, Pedro Caixinha se presentó muy cómodo ante las cámaras, sonriente y ameno. El Cruz Azul perdió 1-0 ante Monterrey y el portugués no expresó un rasgo de preocupación.
En la fase regular, La Máquina perdió tres juegos y, en cada uno, Caixinha siempre salió molestó y con el ceño fruncido.
“Se dieron cuenta que me estoy comportando diferente”, atajó el entrenador cementero. “Todo es ´mind games´ [juegos mentales]. Así hay que llevar las cosas, hay que pensar en lo que se puede hacer, porque lo hecho no lo puedes cambiar”.
El portugués transmite un mensaje de tranquilidad a sus pupilos, para no perder la confianza tras la derrota en el estadio BBVA Bancomer. A Caixinha le gusta decir que en la Liguilla se juegan partidos de 180 minutos y que, por el momento, se encuentran en medio tiempo contra los Rayados.
“Todavía quedan 90 minutos y hay que aprovechar esa oportunidad [en el Estadio Azteca]”, explicó el europeo.
Para Caixinha, La Máquina perdió el cotejo de ida en el arranque, por la falta de actitud y la sed de revancha por parte de los Rayados, situación que no puede repetirse en la vuelta.