Un año más. Ya son 44 temporadas para el Cruz Azul sin ser campeón de liga. Cada 7 de diciembre se recuerda aquel penalti cobrado por Carlos Hermosillo, pegado al poste izquierdo de Ángel Comizzo; un gol que terminó una sequía de 17 años sin título.

Yo sabía que si la tiraba a ese lado, nos coronaríamos. Nunca lo dudé”, relata el exdelantero.

“Fue un gran tanto por parte de Carlos”, añade Guadalupe Castañeda, mejor conocido como Lupillo.

Han pasado 22 inviernos desde ese partido en el estadio León. Del 7 de diciembre de 1997 al 7 de diciembre de 2019, la historia del Cruz Azul ha pasado por diversos cambios, desde jugadores, entrenadores y directivos. De promesas y tristezas. De finales perdidas. “Cruzazuleadas”.

En las vitrinas del club, junto a los ocho trofeos de Primera División, están los más recientes logros de La Máquina: un par de Copas MX, una Liga de Campeones de la Concacaf, una Supercopa MX y otra de la Nations League.

“No sólo se cumplen 22 años y tantas horas, minutos, segundos”, defiende Guillermo Álvarez Cuevas, presidente del Cruz Azul. “En ese lapso, hemos disputado varias finales y ganado otros títulos”.

Si vamos a hablar de 'copitas', que a nadie le importa porque nadie va a esos partidos, bueno… que las vean como positivo. Sin embargo, todo este tiempo sin conquistar la Liga MX va más allá de jugar y perder finales. ¿Cuántos jugadores, entrenadores y directores deportivos han contratado? ¿Cuánto dinero se han gastado?”, responde Hermosillo, hoy comentarista de Telemundo.

azul-.jpg

Desde que los pupilos de Luis Fernando Tena alzaron el trofeo del Invierno 97, los cementeros han perdido seis finales de Liga MX, dos de ellas contra el América. Una losa que parece imposible de remover.

El presente de La Máquina parece déjà vù. Hasta el momento, no hay un director deportivo que encabece un proyecto, los refuerzos llegarán tarde y se incorporarán al plantel ya empezado el próximo torneo y la tripleta de Álvarez, con su hermano Alfredo y Víctor Garcés, no permite democracia en la toma de decisiones.

Castañeda, contrario a Hermosillo, es más positivo y anticipa que la sequía celeste está por terminarse.

Siempre pido paciencia, aunque me mienten la madre en redes sociales. Si no les gusta, bájense del barco. No quiero decir más, pero creo que el Clausura 2020 es el bueno. Es un sentimiento”, suspira el exfutbolista.

A pesar de que este par de leyendas cementeras no tengan contacto y su relación con el presidente del Cruz Azul sea distinta, la nostalgia por el aniversario de la octava estrella celeste es la misma.

Fue una gran fiesta. Queríamos llevarnos a todos los jugadores a Hidalgo, para festejar en la Cooperativa, pero la logística estaba muy complicada. Regresamos a La Noria y celebramos todos aquí”, rememora “Billy”.

azul_3.jpg

No hay como ganar. Todavía se me enchina la piel por todo lo que se vivió esa final. Nos costó mucho conquistar ese campeonato, terminar con una sequía de 17 años sin título. Algunos le dan mucho crédito a Comizzo, por hacerle el penalti a Carlos, pero, la verdad es que nos merecíamos ganar. Fue un esfuerzo de todo el grupo. El ambiente en el estadio fue espectacular; la gente en León siempre estuvo metidísima en el partido y, aunque perdió el local, la fiesta no terminó”, añade Lupillo.

“La gente todavía me grita 'goleador' cuando camino por la calle. Me felicita y me halaga. Para mí, es un orgullo haber pertenecido a ese equipo. Esa jugada [la patada de Comizzo] se recuerda como algo histórico en mi vida y algo histórico para todos los que le van a Cruz Azul”, cierra Hermosillo.

Recuerdos frente a un presente inexacto.

En el calendario de la Liga MX, restan dos torneos, el Clausura y Apertura 2020, un par de oportunidades para que dentro de un año, ya no se recuerde lo que podría convertirse en el aniversario 23 del último campeonato del Cruz Azul.

Google News

TEMAS RELACIONADOS