Kristina Vogel no se puso límites en su carrera. "Quiero ser la mejor ciclista de todos los tiempos", solía decir la dos veces campeona olímpica en pista. La aspiración de más éxitos se truncó al quedar parapléjica. Una pregunta, en todo caso, es inevitable: ¿cómo será su vida en silla de ruedas?
"Es una mierda, no lo puedo expresar de otra manera. No importa cómo se lo diga, el caso es que ya no puedo caminar", señaló el viernes la deportista alemana de 27 años, parapléjica tras un accidente en junio, en declaraciones al semanario "Der Spiegel".
Michael Hübner, su jefe en el equipo Erdgas, cree que Vogel puede lograr rendir al máximo también en silla de ruedas. "Volverá, el tema de los Juegos Paralímpicos no está cerrado, de eso estoy seguro", afirmó.
Diez semanas después del accidente, sin embargo, la propia Vogel no quiere mirar demasiado lejos. "No sé si quiero volver nuevamente al deporte de alto rendimiento y, si es el caso, a qué disciplina", expresó la ciclista. "Si no sé lo que puedo hacer, ¿cómo puedo saber qué me apasionará?", se preguntó.
Además de la posibilidad de una disciplina paralímpica, Vogelpodría ser muy importante en distintos campos. Por ejemplo, ayudar a mejorar la seguridad en el ciclismo de pista. "En Colombia, René Anders (ciclista alemán) se salió de una curva a 80 kilómetros por hora y chocó con un tipo con una escoba. En una colisión, habría muerto", recuerda la 11 veces campeona del mundo.
"Esas cosas ocurren, pero no deberían ocurrir. Quizá es esa mi tarea en la vida. Asegurarme de que no vuelva a ocurrir nada como lo que me pasó a mí", expresó.
El presidente de la Federación alemana de ciclismo (BDR), Rudolf Scharping, afirmó que el organismo "apoyará plena e incondicionalmente" a Vogel en la tarea, por lo que no sería sorpresa que el conocimiento de la pedalista sea utilizado no solo en términos deportivos, sino también en seguridad.
Por lo demás, la ciclista sigue siendo funcionaria de la Policía alemana. "Ya no me es posible patrullar con un arma", contó. "Solo puedo alegrarme de ser funcionaria toda la vida", agregó.
Asimismo, el equipo Erdgas la apoyó con la campaña #staystrongkristina, que ya recaudó cerca de 120.000 euros. A Vogel le impresionó la respuesta. Ese dinero podría utilizarlo para un coche especial o "una fabulosa silla de ruedas con 'llantas de carbono'".
"Además, nuestra casa todavía necesita ser reformada, el baño, la cocina, tiene que tener una opción para las escaleras (dada su nueva condición). Quiero que me ayuden lo menos posible", explicó.
Miriam Welte, ex compañera de equipo, con la que ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Londres, se alegra de que esté de mejor humor. "Eso me ayuda también a mí a llevar el accidente", expresó.
Y es que la declaración pública sobre el accidente alivió a sus allegados y colegas, que a partir de ahora podrán trabajar con más tranquilidad para su reinserción deportiva o como experta.
"En las últimas semanas, el accidente no estuvo tan presente. Ahora obviamente todo vuelve a salir y me hace dudar y meditar. Por otro lado, (...) a partir de la declaración pública de Kristina, todos podemos tratar más libremente el accidente", analizó Detlef Uibel, entrenador de la Federación alemana de ciclismo.