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No fue un día normal en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Desde temprano y luego hasta cerca de las 10 de la noche, la movilización dentro de ambas terminales sacudió el ya de por sí complicado andar de usuarios.
Al cierre de esta edición, las autoridades del AICM no habían manifestado una postura después del “caos” por las llegadas de los refuerzos americanistas, el colombiano Andrés Ibargüen y el francés Jérémy Ménez, en las que incluso hubo reportes de robo, a pesar del operativo de seguridad que implementaron en ambos momentos del día.
La convocatoria inició desde el fin de semana pasado a través de las redes sociales. Integrantes de La Monumental hicieron el llamado para recibir a ambos futbolistas y al final llegaron a reunir hasta 300 personas para dar la bienvenida al colombiano y al francés. La duda, en todo caso, quedó en si este llamado fue algo espontáneo o fue preparado por alguien dentro del equipo.
La pregunta duró todo el día y hasta unos momentos después de que el atacante galo, procedente del equipo turco Antalyaspor, abandonó las instalaciones del aeropuerto. En las mismas redes sociales se cuestionaba la autenticidad de este movimiento, luego de que el americanismo no se había caracterizado por este tipo de convocatorias.
Terminó el caos, la hinchada azulcrema se proyectó en espera de que ahora respondan en la cancha a las altas expectativas que se han generado.
¿Acarreados al AICM? Una fuente cercana a La Monumental filtró que los dirigentes del grupo de animación cambiaron de opinión de manera repentina. Hasta el viernes pasado, los radicales se negaban a darle la bienvenida a los nuevos fichajes; sin embargo, cambiaron de planes el lunes, para asistir con bombos y banderas.